Foxconn, la siempre polémica fabricante de algunas de las principales firmas de nuevas tecnologías del mundo, podría dar un giro a su estrategia de negocio y que cambiaría un elemento clave en sus competitivos precios y en su terrible fama. La firma (que ahora mismo fabrica principalmente en Asia, lo que le permite mantener unas condiciones de trabajo que ya han provocado más de un escándalo) podría aumentar su producción en fábricas en Estados Unidos.
“Estamos buscando manufacturar más en Estados Unidos porque, en general, los consumidores quieren que más cosas se hagan allí“, apunta el portavoz de Foxconn, Louis Woo, a Bloomberg. Sobre qué hará Foxconn en el corto plazo en Estados Unidos, no se sabe mucho más. Foxconn ya tiene fábricas en Estados Unidos, dos factorías en California y en Texas donde se ensamblan servidores, aunque es de esperar que los nuevos productos que se llevarán a Estados Unidos sean más de consumo.
Los consumidores estadounidenses se han vuelto más proteccionistas con el origen de sus productos, buscando una fabricación más cercana geográficamente que el tradicional ‘made in China’. Apple, por ejemplo, se lanzará en breve a ensamblar sus Macs en EEUU, lo que tendrá un coste para la firma de 100 millones de dólares pero que reforzará la imagen de marca de su producto.