En momentos cuando el régimen de Maduro se esfuerza por desacreditar la Consulta del 16J, porque su efecto contundente trae consecuencias políticas definitivas, nos da un anticipo del fraude constituyente ordenando al TSJ y a la Vicefiscal de facto poner en práctica el “Plan de Justicia de Emergencia”, para capturar a los millones de “conspiradores” que expresamos nuestra voluntad el 16J, siendo que la expresión del pueblo no constituye delito, así cuaje después del plebiscito pidiendo mayor contundencia a la ANV-MUD, menos estando en juego el último vínculo de Venezuela con el Estado de Derecho, y el hecho de mayor gravedad que así lo demuestra es este Plan a cargo de un homicida y una usurpadora, gustosos de formalizar el Derecho Penal Enemigo que se viene aplicando solapadamente para que existan presos políticos como en las épocas medievales y pocos son capaces de ponerse en esos zapatos.
Tras la Consulta Popular del 16J, los posibles, escondidos y rechazados pactos entre el régimen y la ANV-MUD, confirman un complicado proceso de negociaciones en marcha entre el régimen y la oposición, susceptible de convertir a Venezuela en un polvorín, por implicar darle aire a la tiranía con un “diálogo”.
Eso significaría secuestrar la voluntad popular manifestada el 16J, más que ingenuidad sería la reedición de un delito político que admite la utilización de los presos políticos como si fuesen unos rehenes que pueden ser objeto de negociación, conforme al cual los presos políticos deben darse el lujo, como secuestrados, de tener como negociadores de libertad, sujetos que apuestan a la prolongación del cautiverio.
En ese contexto, la ayuda a los presos políticos es proporcional a su militancia partidista, obviamente, dentro de la MUD, donde incluso se llega a cuestionar tal condición a muchos de éstos, siendo elocuentes palabras de @Estrella_Vitora en ese sentido: “Con lo que ha pasado al @Gral_Vivas_P nos hemos dado cuenta que la defensa de los derechos humanos depende de tu servilismo político”.
Con el decreto del “Plan de Justicia de Emergencia” el régimen de Maduro conmemoró el “Día de Nelson Mandela”, con el Defensor del Pueblo admitiendo “trato cruel e inhumano” en recintos carcelarios y aumentando la cantidad de presos políticos y los miles de detenidos durante las protestas, para quienes son letra muerta “Las normas Nelson Mandela” adoptadas por la ONU, convirtiendo a los centros de detención y penales, sobre todo los nuevos “Fénix”, en focos de violación de Derechos Humanos, ya que los procesados, penados y los injustamente privados de libertad tras librársele Boleta de Excarcelación, son torturados, obligados a gritar consignas políticas, sino lo hacen, los custodios les caen a palo, la alimentación es pésima, no cuentan con medicinas y si los familiares se las llevan los custodios se las roban, ni se diga de los retardos procesales, de las coimas a jueces y fiscales, demostrando que el Sistema Judicial como el régimen está tan podrido que privilegia a malandros del sistema carcelario convirtiéndolos en sus defensores.
El régimen se dejó de tonterías y abiertamente convirtió al proceso penal en un instrumento de propaganda y de campaña en favor de su fraudulenta constituyente, estando en juego la vida y los derechos de todos quienes habitamos esta tierra de gracia.
Ya está dicho, usarán la violencia carcelaria para cohibir la rebeldía contra el régimen y sus posibles aliados en la ANV-MUD, porque a eso se reduce el “Plan de Justicia de Emergencia” en manos de un homicida y una usurpadora, sólo que no hay cárcel para tantos disidentes, insinuando medidas desesperadas que acrecentaran los delitos de lesa humanidad que se vienen sucediendo como resultado del uso mortal de la fuerza por parte de un régimen catalogado como genocida.
Bajo esas circunstancias la impunidad de tales delitos no puede ser objeto de ninguna negociación, así como tampoco la violación de la Constitución continuada con la puesta en práctica del “Plan de Justicia de Emergencia”. Bien lo dijo el Libertador: “La adversidad acrecienta mi espíritu”, como lo está demostrando el glorioso pueblo venezolano.
Por José Luis Centeno S. (@jolcesal)