Facebook develó hoy su ambiciosa apuesta por el futuro que pasa por construir en una década «la plataforma más social jamás creada», en palabras de su líder Mark Zuckerberg, sobre los cimientos de la incipiente tecnología de realidad virtual.
El primer paso hacia la visión de Zuckerberg fue la compra anunciada este martes de la compañía californiana Oculus VR, pionera en el desarrollo de prototipos de visores de realidad virtual para vdeojuegos, en una operación que cogió por sorpresa al sector y valorada en 2.000 millones de dólares.
Oculus VR es el fabricante de Oculus Rift, un sistema de inmersión en realidad virtual con aspecto de gafas de esquiador que en agosto de 2012 recaudó 2,4 millones de dólares en la página de financiación colectiva Kickstarter y desde entonces ha evolucionado hasta convertirse en el referente de este naciente negocio.
Hasta la fecha, Oculus VR ha recibido más de 75.000 pedidos de desarrolladores desoftware interesados en explorar los usos de su dispositivo, que aún no tiene fecha de comercialización tal y como confirmó este martes Brendan Iribe, consejero delgado de la compañía que se integrará ahora en Facebook.
En una conferencia telefónica tras conocerse la adquisición, Zuckerberg e Iribe expusieron a grandes rasgos el proyecto que comienza Oculus bajo el tutelaje de la red social.
La primera fase consistirá en convertir en realidad los planes de Oculus VR cuyo objetivo a corto plazo es proveer de una herramienta de inmersión en realidad virtual para los aficionados a los videojuegos.
«Eso no cambiará y esperamos acelerar el proceso», dijo Zuckerberg. Iribe precisó que se aprovecharán de la estructura y los recursos de Facebook para centrarse en la elaboración del producto cuyas aplicaciones, según coincidieron ambos ejecutivos, superan con creces el terreno del entretenimiento.
De inicio, Oculus operará de forma independiente dentro de Facebook.
«Pero eso es solo el principio», manifestó Zuckerberg quien tomó la decisión de invertir en realidad virtual porque proyectó que en una década las redes sociales consistirán en compartir «experiencias» que entrarán por los ojos.
El jefe de Facebook se imagina estudiantes asistiendo desde sus casas a una misma clase que tiene lugar en un mundo virtual del que todos forman parte y que a la vista resulta natural -hasta el punto de engañar al cerebro, según Iribe – algo que calificó como una forma de «teletransportación».
La tecnología tendría igualmente usos médicos y en el sector de la comunicación, entre otras mencionadas como parte de esa meta a largo plazo de Facebook, que a corto no espera que Oculus VR aporte ingresos a las cuentas de resultados de la red social.
Zuckerberg sí dejó claro que Facebook es y seguirá siendo una empresa de software. Su principal interés es construir el ecosistema virtual, no dedicarse a la venta de dispositivos, y apuntó a la posibilidad de rentabilizar la inversión con permitiendo publicidad en el mundo virtual.
«Oculus tiene la oportunidad de crear la plataforma más social que haya existido», manifestó Zuckerberg.
Está previsto que la compra de Oculus VR finalice en el segundo trimestre de 2014 y el líder de Facebook avanzó que su empresa no continuará con el mismo ritmo de adquisiciones.
Hace un mes, Facebook anunció que se hacía con la aplicación de mensajes de móvil WhatsApp por 16.000 millones de dólares.
La bolsa reaccionó con frialdad ante la nueva operación de Facebook y sus acciones cotizaron ligeramente a la baja en las negociaciones realizadas tras el cierre de Wall Street.
También llegaron las primeras críticas desde el sector de los videojuegos.
Poco después de la noticia, el creador del juego «Minecraft» anunciaba en su web que cancelaba su pedido de Oculus Rift, una tecnología que le había asombrado pero en la que había dejado de creer al pasar a manos de Facebook.
«No quiero trabajar con lo social, quiero trabajar con juegos», dijo Markus Persppºpson que se quejó de que Facebook tiene «una historia de preocuparse nada más de incrementar su número de usuarios».
Persson se mostró esperanzado, no obstante, por la irrupción de competidores de Oculus Rift.
Entre los nuevos jugadores está Sony que la semana pasada mostró su proyecto Morpheus de realidad virtual para la consola PlayStation 4, aún en fase de desarrollo, y se rumorea que Microsoft está trabajando en algo similar para Xbox One.
Zuckerberg indicó que Oculus Rift «va muy por delante» de sus rivales y dijo creer que el futuro de la plataforma de realidad virtual estará en fusionar juegos e interacción social.
[Fuente: informe21.com]