El arma bautizada “The Liberator” tiene un diseño casero y sus componentes de plástico fueron creados por una impresora de segunda mano capaz de producir objetos tridimensionales que fue adquirida por 8.000 dólares a través del portal eBay.
Su inventor, Cody Wilson, es un anarquista y libertario radical de 25 años cuya meta es conseguir que cualquiera pueda construir su propia pistola en casa sin tener que someterse a los controles sobre la posesión de armas de fuego que imponen los gobiernos.
Las instrucciones para fabricar “The Liberator” están disponibles de forma gratuita en la página web de la empresa, que este mes confirmó que realizó la primera prueba exitosa de su nueva arma.
“Tenemos que revisar las leyes que dicen que los estadounidenses pueden hacer su propia arma, que tengan que registrarse”, aseguró a Efe Josh Sugarmann, director ejecutivo de la organización Violence Policy Center (VPC).
A pesar de la notoriedad que ha alcanzado recientemente Wilson y “The Liberator”, Sugarmann manifestó sus dudas sobre si realmente la pistola es viable dados los conocidos problemas que supone someter a piezas de plástico a la temperatura que se alcanza en una detonación.
Un vídeo disponible en el blog de la compañía y titulado “El amanecer de las armas Wiki” muestra a Wilson disparando con su pistola, cuyas partes se pueden ver desde hoy de forma detallada en ese mismo portal, con las que trata de probar que el artilugio funciona.
Wilson tiene licencia de fabricación y cumple con la legalidad vigente que obliga a que todas las armas a incorporar componentes que sean detectados por los controles de seguridad aeroportuarios, razón por la que incrustó en la pistola una pieza de metal que carece de otra utilidad.
“La pregunta es: ¿es esta un arma ilegal más de las muchas que existen en EE.UU.? o ¿es algo más, si realmente la tecnología existe para hacer un arma de plástico no detectable? Éste es un asunto más grave”, comentó Sugarmann.
Desde VPC se apuesta por renovar la regulación sobre armas no detectables cuya vigencia caduca a final de año y “ver si son necesarios introducir cambios por el bien de la seguridad pública”.
EFE