¿Acaso eres un de las que »siempre» está quejándose de sus kilos de más y las fracasadas dietas a las que se somete? Posiblemente nunca te has preguntado la verdadera razón de por qué jamás logras alcanzar el peso deseado, ya que si afirmas llevar una dieta equilibrada y restringir muchas comidas en tu alimentación, no deberías tener estar disconforme con tu peso.
Pero hay muchas razones que podrían hacer que no puedas bajar de peso, y hay algunos hábitos que tenemos tan adquiridos que ni siquiera notamos que nos perjudican en ese aspecto…
1.-Demasiada confianza en productos de dieta. Cuando un producto lleva impresa la palabra »light» o la frase »sin azúcar» en su etiqueta, no significa que sea libre de calorías.
El error que muchas mujeres cometen es creer que, por no contener azúcar, tienen la libertad de consumir una cantidad ilimitada de ellos y que aún así perderán peso. La realidad es que estos alimentos simplemente son reducidos en calorías; en lugar de contener 8 gramos de grasa, contienen 5 gramos, ¡pero aún tienen grasa!
2.- La opinión de tus amigas. Probablemente si sales a comer con amigas y todas ordenan una hamburguesa con patatas, tu también lo hagas. En primer lugar porque no puedes resistir la tentación al delicioso aroma a comida rápida, y también porque no quieres ser »la que ordena ensalada» de tu grupo de amigas y ser mirada de manera extraña.
Pero no debes dejarte llevar por los comentarios de los demás, de seguro ellas no tengan la necesidad de cuidar su silueta y no comprendan por qué tú lo haces. Pero si realmente quieres bajar de peso, mantén tu opinión firme.
Por lo tanto, comienza a reducir la ingesta de estos productos y opta por alimentos naturales como frutas y jugos.
3.- Descargar recetas de Internet. Jamás imaginaste que estar constantemente leyendo y descargando recetas de deliciosas comidas en Internet pudiera afectar tu peso, pero la realidad es que, según un estudio, aquellas personas que acostumbran entrar a sitios de cocina tienen más tendencia a tener sobrepeso, ya que eso aumenta las tentaciones y antojos de comer.
4.- Relaciones estables. Cuando una se encuentra en una relación que la hace feliz, tiende a comer más, tanto consciente como inconscientemente. De más está decir que ninguna de nosotras sacrificaría una hermosa relación por bajar de peso. Sin embargo, sería muy útil que admitas que estás descuidando tu alimentación por completo y te propongas adquirir hábitos alimenticios más sanos.
Ya que si pretendes mantenerte en esta relación para siempre, tarde o temprano deberás hacer algo al respecto.
5.- Uso excesivo de Internet. Cuando dedicas mucho tiempo frente al computador realizas un gasto casi nulo de energía. Claramente si estás dedicando tu tiempo a eso, estás abandonando muchas otras tareas que podrían ser más útiles y te ayudarían a mantenerte en línea, tales como ejercitarte, no saltarte comidas, y ocupar tu mente en otra cosa.
6.- Deficiencia de vitamina D. Tu falta de vitamina D no la percibirás, a menos que te sometas a exámenes sanguíneos. Por lo tanto, comienza a observar si consumes suficientes lácteos para cubrir la dosis necesaria, ya que es posible que un contenido bajo de esta vitamina en sangre conduzca a una tendencia a engordar.
7.- Postergar tareas. Así como postergas aquella prueba que deberías haber rendido 2 años atrás o la limpieza de tu armario, también dejas para más adelante el momento en que comenzarás a alimentarte de forma saludable.
Afrontate a tí misma y admite que vienes haciendo esta promesa hace mucho tiempo, ¿no crees que es hora de cumplirla?
8.- No dormir suficiente. Aunque no lo creas, la cantidad de sueño por día influye directamente en tu peso. Según un estudio, las personas que duermen menos de 5 horas en comparación con quienes duermen al menos 8, producen mayores niveles de grelina y sufren un descenso en la leptina.
Esto hace que haya un aumento del apetito por alimentos hipercalóricos, especialmente carbohidratos, ya que se intenta sustituir la energía que no se recuperó en el sueño.
9.- Beber alcohol. Hasta el momento, nunca te habías cuestionado si las bebidas alcohólicas podían influir en tu peso. Pero ahora sí lo sabes, estas tienen gran incidencia negativa en tu peso, pues cada vez que consumes alcohol tu organismo debe ocuparse de procesar todas las toxinas en este y se priva de metabolizar los alimentos. Por lo tanto, intenta beber menos alcohol u opta por tragos vírgenes de vez en cuando.
Fuente: [vivirsalud.com]