Se cree que, a través de actos suicidas, podrían intentar contagiar a ciudadanos de distintos países. La epidemia ya causó la muerte de más de 3.800 personas en África Occidental. Debido a malas medidas sanitarias, el virus del Ébola ha matado a más de 3.800 personas desde que se originó la epidemia en África Occidental. Ahora, este número podría aumentar: hay temores de que terroristas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) contraigan intencionalmente la enfermedad para diseminarla en países enemigos.
«El individuo expuesto al virus del Ébola sería el portador. En el contexto de actividad terrorista, no se requiere mucha sofisticación para dar ese próximo paso y usar a un humano como portador», explicó Al Shimkus, ex profesor de Asuntos de Seguridad Nacional en la Universidad de Guerra Naval de los Estados Unidos.
Shikmus, quien dicta cursos sobre guerra biológica y química, aseguró que el procedimiento sería muy sencillo: ISIS enviaría varios operativos a ciudades donde haya altos niveles de contagio, y estos se infectarían a sí mismos o robarían fluidos de una persona infectada. Luego viajarían a sus objetivos e interactuarían con la mayor cantidad de gente posible, según informa el Daily Mail.
Luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush aprobó en 2004 el Proyecto Bioescudo, al cual destinó más de 5 mil millones de dólares para que científicos, en caso de un ataque bioterrorista, compraran vacunas, desarrollaran contramedidas y avanzaran en sus investigaciones sobre armas biológicas.
Sin embargo, que un ataque así sea llevado a cabo no es tan sencillo. Según detalló Jennifer Cole, investigadora del Instituto Real de Servicios Unidos, es muy fácil identificar a los posibles portadores, especialmente cuando ingresan a los distintos países. Además, aseguró que como el ébola es difícil de contener, los terroristas morirían rápidamente. «Para un ataque suicida, pegarse dinamita en el pecho es mucho más efectivo», dijo.
En cambio, Anthony Glees, director del Centro Universitario Buckingham para Estudios de Seguridad e Inteligencia, está convencido de que los terroristas del ISIS consideraron infectarse a sí mismos, pero explicó que «sería logísticamente muy difícil llevar un luchador a África Occidental, tomar contacto con el Ébola, esperar a ver si se infectó y correr hacia Londres».
El concepto de bioterrorismo no sólo no es nuevo, sino que data de varios siglos atrás. Durante la Edad Media, los ejércitos solían lanzar cadáveres infectados por peste bubónica sobre las paredes de una ciudad para producir una pequeña epidemia en la población.
Fuente [Infobae.com]