Hace unos pocos días saltaba la liebre cuando Microsoft acusaba a Google de bloquear de forma predeterminada a los usuarios de Windows Phone el acceso a su servicio de Mapas.
Las primeras contestaciones de parte de Google avivaron aún más la polémica ya que no tenía ningún sentido la causa por la decían que no funcionaban los mapas en los navegadores IE de los Windows Phone, y sí en los de los Windows 8 RT y PRO.
Tirar balones fuera
Finalmente la restricción ya ha sido levanta, quedando demostrado y patente que Google había activado una redirección a su página de google.com a todos los usuarios de Internet Explorer en Windows Phone, impidiéndoles –solamente a ellos- el poder utilizar el servicio.
»Realizamos pruebas periódicas de compatibilidad de Google Maps con los navegadores móviles para asegurarnos de que ofrecen la mejor experiencia para los usuarios.
IE móvil todavía no ofrecía una buena experiencia en el uso de los mapas, sin tener capacidad para realizar una panorámica o zoom, y realizar la funcionalidad básica con los mapas. Como resultado de ello, se optó por seguir redireccionando a los usuarios de IE movíl, a Google.com donde podrían, al menos, hacer búsquedas locales. El navegador Firefox móvil sí que ofrece al usuario una experiencia un poco mejor y por eso no hay redirección para dichos usuarios.
Vamos a continuar con las pruebas de compatibilidad de Google Maps con otros navegadores móviles para asegurar la mejor experiencia posible a los usuarios.»
Primeras impresiones desazonadoras
La primera conclusión es meridiana, clara e inequívoca: Google mintió. Intentó echarle la culpa al motor del navegador, cuando era una actuación suya específica para impedir el acceso al competidor. Y siguió mintiendo, a pesar del absurdo de las aseveraciones, hasta que la evidencia no les ha dejado más margen que reconocer su propia mentira.
La segunda es muy desazonadora: Google se ha arrogado el derecho de decidir por los usuarios. Si considera que un usuario de Linux, o de Mac o de una BlackBerry no debe utilizar un navegador específico, por las causas que sean, bloquean el acceso al servicio. Lo acaban de hacer con el IE de Microsoft.
Y esto es un camino erróneo que solamente puede provocar el rechazo de los navegantes de Internet.
Esperemos que corrijan esta situación, que no vuelva a ocurrir y que den las oportunas y veraces explicaciones de por qué este atropello.