El juicio entre Oracle y Google todavía tiene para largo, y ahora fue el ex CEO de Sun, Jonathan Schwartz, quien se presentó en el estrado como un testigo de la defensa, rechazando los reclamos de Oracle respecto de que Android necesitaba licencias para usar las APIs de Java.
El abogado de Google, Robert van Nest, le preguntó a Schwartz si mientras trabajaba en Sun, se consideraba que las APIs de Java eran propietarias o protegidas por la compañía.
“No”, respondió Schwartz, explicando la manera en que funciona el software abierto. “Estas son APIs abiertas, queremos que más personas la usen… queríamos construir la carpa más grande e invitar a tanta gente como fuera posible”, afirmó.
El reclamo de Oracle es que Android viola algunas de sus patentes y contenidos protegidos por copyright en torno a Java y sus APIs, que fueron adquiridas por la compañía con la compra de Sun a principios de 2010 por USD$7.400 millones.
Schwartz confirmó los dichos de Eric Schmidt, ex CEO de Google, quien aseguró que Sun nunca había manifestado preocupaciones o rechazo a Android, ni le pidió a Google que licenciara las APIs.
El ex CEO de Sun hizo una distinción entre el software Java y la marca Java. Esta es la razón por la que Sun nunca persiguió a Google por infracciones, mientras el buscador construía una alternativa, conocida como la máquina virtual Dalvik. A Sun no le gustaba la competencia e intentó asociarse con Google, pero no creía que la empresa de Mountain View había hecho algo mal. Según Schwartz, Sun decidió proteger la marca Java, y no el código ni las APIs. Básicamente, Google estaba imitando las APIs de Java con Dalvik.
Respecto a la asociación entre Google y Sun, Schwartz afirmó que Sun quería que la compañía buscadora pagara una licencia para que su teléfono se llamara “Java phone” (usando la marca), y que se uniera a un consorcio con Nokia, Motorola, RIM y otros para desarrollar aplicaciones que corrieran sobre múltiples plataformas. En ese tiempo, Nokia era el participante dominante del mercado y el iPhone todavía no había salido a la venta.
El acuerdo con Google no funcionó, aunque Sun estaba dispuesto a pagarle a Google para que trabajara con ellos en Java (el software). “Supongo que pensaron que podrían ejecutarlo mejor por su cuenta”, dijo Schwartz. Básicamente, Sun no quería entregarle a Google el control de componentes clave de Java, considerado una parte vital de la compañía, mientras Google buscaba mayor control sobre el destino del mismo.
Resignación
Se le preguntó luego a Schwartz que, si el acuerdo con Google había fracasado, por qué publicó un post en el blog de Sun (que se puede leer ahora en el sitio de Schwartz) aplaudiendo el lanzamiento de Android en 2007. El ex CEO de Sun afirmó que eso era como un “comunicado de prensa” que era políticamente correcto. “No nos gustó (que Google estuviera haciendo Android), pero no íbamos a detenerlo quejándonos”, dijo Schwartz. “Al menos con Java podían ser parte de la comunidad”, indicó.
“Vimos como un dispositivo se saltó nuestra marca y restricciones de licencias… decidimos apretar los dientes y apoyarlo, para que cualquiera que lo apoyara nos viera a nosotros como parte de la cadena de valor. Por ejemplo, los desarrolladores podían usar las herramientas de desarrollo de Sun”, dijo Schwartz
“Puedes tratar de aceptarlo y construir más valor alrededor, o puedes demandarlos y tratar de detenerlos”, explicó. Sun eligió la primera opción.
El abogado de Oracle, Michael Jacobs, preguntó a Schwartz sobre un documento que entregaba derechos de propiedad intelectual para implementaciones independientes de Java, como Android o Apache. Schwartz respondió que mientras Google, Apache u otros que estuvieran desarrollando implementaciones no llamaran a su producto “Java”, no había problema, reforzando que la protección estaba sobre la marca, pero no sobre el lenguaje.