Especialmente en los hombres, el sudor excesivo durante las noches es algo que puede llegar a ser habitual y que sin duda resulta muy incómodo.
Aunque puede haber distintas causas, si sigues leyendo podrás descubrir algunos factores de riesgo así, como soluciones para evitar sudar tanto mientras duermes.
Causas de una sudoración excesiva
– Temperaturas inadecuadas de la habitación
Ya sea una alta temperatura por la noche, o muy frías durante el día y más cálidas durante la noche (típico si se duerme con un calefactor o similares), los cambios pueden provocar sudoración excesiva.
No te abrigues demasiado cuando te acuestes. Viste con un pijama sencillo, y si tienes frío, es mejor que coloques alguna manta más sobre la cama antes que ponerte, por ejemplo, dos camisas para dormir, cosa que sin duda te hará sudar de forma exagerada.
– Hacer ejercicio en las últimas horas del día
Opta por ejercitarte en las primeras horas de la mañana, y si no es posible, a media tarde, cuando aún persista la luz solar.
– No beber suficiente líquido durante el día.
Beber agua fresca durante todo el día hará que calmes la temperatura de tu cuerpo, con lo que el exceso de sudor tiende a regularse. Conviene beber más por la mañana e ir disminuyendo la ingesta de líquido conforme pasa el día.
– Cenas con mucho picante
Evita ingerir comidas o alimentos picantes después de la media tarde. De lo contrario, subirá la temperatura de tu cuerpo y no podrás evitar la sudoración excesiva por la noche.
– Estrés, nervios o ansiedad
Prueba practicar yoga o meditación guiada antes de irte a la cama, así como tomar flores de Bach. Estas medidas se recomiendan especialmente para personas con estrés, preocupaciones continuas o ansiedad, trastornos
que impiden un correcto descanso del cuerpo por la noche.
Acude al médico ante una sudoración seria
En determinados casos, la sudoración excesiva puede ser causada por motivos diferentes a los expuestos hasta ahora, y que podrían necesitar de tratamiento médico.
Por ejemplo, cuando el sudor se debe a una fiebre continua o bien a alguna infección del organismo (y de la que no se tiene constancia siempre).
Simplemente, si ves que aún aplicando nuestros trucos anteriores no logras evitar disminuir tu sudor por las noches, o bien se presenta de forma severa, pide turno con tu médico de cabecera.