En Europa desde hace tiempo le tienen “el ojo” puesto a Google: Hace poco más de un año en Bruselas abrieron una investigación contra los chicos de Mountain View, pues sospechaban que la compañía habría abusado de su posición dominante en los mercados de búsquedas y publicidad.
Ahora el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, ha dado a Google un plazo de “semanas” para que ejecute las correcciones necesarias para acabar con los abusos de posición dominante en el mercado de las búsquedas a través de Internet.
Desde Bruselas consideran que la compañía estadounidense puede estar violando cuatro normas comunitarias de la Unión Europea por lo que Almunia ha enviado una carta al presidente de Google, Eric Schmidt, en la que le detalla las prácticas que podrían considerarse como “abuso de posición dominante”.
La primera de ellas se refiere al hecho de dar prioridad a sus propios anuncios y servicios especializados, como por ejemplo su sección de noticias o buscadores de restaurantes, a los que daría un “trato preferente” respecto a herramientas similares que ofrecen sus rivales.
En Europa tampoco gusta que Google copie material original de las páginas Web de sus competidores, como por ejemplo las opiniones de los usuarios de hoteles o restaurantes, para luego utilizarlos en su propia Web sin permiso previo, aprovechando los beneficios que eso conlleva.
En tercer lugar, la Comisión Europea ha mostrado su preocupación por los acuerdos de “exclusividad de facto” firmados entre Google y sus socios en los sitios Web donde Google incluye anuncios de búsquedas, pues considera que esto impediría la entrada de rivales que también ofrecen servicios de publicidad en la Red.
Y finalmente, en Bruselas consideran como perjudicial para la competencia que desde Google se impongan restricciones a la portabilidad de las campañas de publicidad relacionadas con las búsquedas en línea, desde su plataforma AdWords a otras plataformas de competidores.
Son estos cuatro aspectos específicos referidos por Almunia los que el buscador tendría que cambiar, en “cuestión de semanas”, para evitar sanciones económicas.
Han explicado que si desde Mountain View aceptan los cambios y realizan las modificaciones que reclama la Comisión, evitarán la apertura de un proceso que podría concluir en una sanción multimillonaria. Y es que de lo contrario, Almunia ha dicho que enviará a Google un pliego de cargos con las acusaciones formales y avanzará hacia la imposición de una multa por “abuso de posición dominante”.
¿Preferirán los chicos de Mountain View hacer los cambios, o les será más sencillo (y beneficioso para su negocio) pagar la multa y seguir como están? La verdad es que considero que buena parte de su negocio se ve muy favorecido por las prácticas que les reprochan desde Bruselas, así que soy de las que creo que no cambiarán nada y pagarán la multa que se les imponga… ¿Qué pensáis vosotros?