La Comisión Europea ha confirmado el visto bueno emitido en diciembre por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) al fármaco nalmefeno, denominado por Lundbeck como ‘Selincro’, y ha autorizado su comercialización a nivel comunitario de este primer tratamiento para la reducción del consumo de alcohol en pacientes con dependencia alcohólica.
En concreto, este medicamento «ofrece un nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento de los adultos con dependencia alcohólica que tienen un nivel de consumo de alto riesgo», explica la compañía. Así, en los ensayos clínicos sobre 2.000 pacientes se ha evidenciado que «redujo el consumo de alcohol en un 60% de los enfermos después de seis meses de tratamiento» y en un 40% al finalizar el primer mes, sostienen. Así indicó 20minutos.es
El alcoholismo es un problema de salud pública perjudicial a nivel físico, mental y social Pendientes de la finalización de las conversaciones sobre precio y reembolso, desde Lundbeck afirman que esperan comercializar ‘Selincro’ «a mediados de 2013 en los primeros mercados, y en 2014 en España».
Actualmente, la dependencia del alcohol está considerada «como un problema de salud pública con consecuencias perjudiciales a nivel físico, mental y social», indican. En España, se calcula que existen 200.000 personas que padecen alcoholismo.
Por ello, el vicepresidente ejecutivo y jefe de Investigación y Desarrollo de Lundbeck, el doctor Anders Gersel Pedersen, se muestra satisfecho de que ‘Selincro’ represente «la principal innovación en el tratamiento de la dependencia del alcoholen muchos años». Sin él, «puede que muchos pacientes no busquen tratamiento».
Necesario apoyo social
Este modulador único del sistema opioide de doble acción «actúa sobre el circuito de recompensa del cerebro, que está mal regulado en los pacientes con dependencia del alcohol», señala. Por ello, se deduce que el fármaco «reduce el deseo de beber alcohol», sostiene.
No obstante, el nuevo concepto terapéutico ofrecido por Lundbeck «incluye apoyo psicosocial mantenido centrado en la reducción del consumo de alcohol y en la adherencia al tratamiento», añade el experto. A ello se le suma la administración de un comprimido al día cuando el paciente siente que existe riesgo de beber, aunque «ha sido desarrollado para su uso en función de las necesidades del paciente», manifiesta.
Por su parte, el jefe del Departamento de Conductas Adictivas y Medicina de la Adicción del Instituto Central de Salud Mental de Mannheim (Alemania), el doctor Karl F. Mann, asegura que disminuir el consumo alcohólico «es un objetivo terapéutico más realista y aceptable».