Esta es una de las cuestiones que se han puesto de manifiesto en un encuentro de expertos internacionales organizado en Tres Cantos (Madrid) por Deimos Space, uno de los socios industriales de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el programa para el “Conocimiento del Medio Espacial” (SSA, en sus siglas en inglés).
Uno de los objetivos de este encuentro de dos días es discutir sobre aspectos como las consecuencias del impacto de un NEO o medidas para mitigar sus amenazas, ha informado la ESA.
La prueba definitiva de que los asteroides podrían llegar a impactar con la Tierra llegó el 15 de febrero, cuando un objeto desconocido de unos 17-20 metros de diámetro explotó en el cielo sobre Chelyabinsk, Rusia, liberando una energía equivalente a 20-30 veces la de la bomba atómica de Hiroshima, según las mismas fuentes.
La onda expansiva de la explosión causó cientos de heridos y daños generalizados, ha señalado la ESA, que ha agregado que fue el mayor objeto natural en entrar en la atmósfera terrestre desde el que en 1908 destruyó un área forestal en Tunguska, Siberia.
“Es importante que seamos conscientes de la posición de los NEOs con relación a la de nuestro planeta y que evaluemos la probabilidad de impacto y sus posibles consecuencias”, ha detallado Detlef Koschny, responsable de las actividades relacionadas con estos asteroides en la oficina del Programa SSA.
A su juicio, “lo que es más importante es considerar cuándo y cómo alertar a la población y las posibles medidas que se podrían tomar para desviar su trayectoria o mitigar los riesgos”.
No obstante, todavía queda mucho trabajo por hacer, como perfeccionar los modelos matemáticos que simulan las consecuencias de un impacto, diferenciando entre las explosiones en el aire o los impactos contra el suelo, o evaluar las distintas estrategias cinéticas o explosivas para desviar sus trayectorias, entre otras muchas cosas.
El objetivo de este encuentro es desarrollar una serie de hojas de ruta que guíen la investigación y el desarrollo actual y futuro en materia de NEOs, ha precisado Gerhard Drolshagen, del Programa SSA.
En última instancia, el Programa SSA de la ESA tiene como objetivo desarrollar la capacidad de integrar los recursos europeos ya existentes -como los telescopios automatizados- para crear un sistema coordinado y eficaz para la detección de NEOs, capaz de escanear el cielo nocturno y de emitir alertas avanzadas.
“Este sistema nos permitirá trabajar junto a otras agencias, científicos, industria y organismos internacionales como las Naciones Unidas para ofrecer opciones realistas a los gobiernos”, ha indicado Nicolás Bobrinsky, responsable del citado programa.
Los sucesos como el de Chelyabinsk, ha agregado, demuestran que la amenaza de los NEOs no es sólo teórica, y que “tenemos que invertir en medidas prácticas en el presente para estar preparados en el futuro”.
EFEfuturo