Los hombres que consumen muchos embutidos y fiambres son propensos a quedar internados por insuficiencia cardíaca, según revela un estudio realizado en Suecia.
«Además de tener alto contenido de sal, las carnes procesadas incluyen nitritos y aditivos con fosfato», dijo la coautora, Alicja Wolk, del Instituto Karolinska en Estocolmo.
«Y los productos de carne ahumada y grillada son fuentes de hidrocarburos policíclicos aromáticos. Cada una de esas sustancias químicas produce efectos adversos para la salud», agregó.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) estiman que 5 millones de estadounidenses padecen insuficiencia cardíaca; la mitad muere dentro de los cinco años posteriores al diagnóstico.
La enfermedad impide que el corazón bombee suficiente sangre al resto del cuerpo sin dejar de funcionar. Los pacientes sienten falta de aire y fatiga generalizada. Es una enfermedad progresiva y crónica, pero se controla con fármacos, ejercicio y dieta reducida en sodio.
El equipo utilizó información de 37.000 hombres suecos sin problemas cardíacos en una primera evaluación en 1997, cuando tenían entre 45 y 79 años. En ese momento, respondieron un cuestionario sobre alimentación.
En los 12 años siguientes, casi 3.000 desarrollaron insuficiencia cardíaca y 266 murieron por la enfermedad.
Los que consumían 75 gramos por día (g/día)o más de carnes rojas procesadas según el cuestionario de 1997 tenían un 28 por ciento más riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca y eran dos veces más propensos a morir que los que comían menos de 25 g/día, según publican los autores en Circulation: Heart Failure.
«Es como si el riesgo comenzara a aumentar hasta con un bajo consumo», indicó Wolk.
Una porción de jamón pesa 57 gramos y el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca aumentaba un 8 por ciento por 50 g/día más de consumo de carnes procesadas. El riesgo de morir por esa causa crecía un 38 por ciento.
El estudio no prueba que comer carnes procesadas cause insuficiencia cardíaca, pero Wolk explicó que la enfermedad es común y genera tantas muertes que el aumento del riesgo observado es preocupante.
El experto comentó que el consumo de carnes procesadas, y de sal en general, es un problema de salud pública importante en Suecia, donde los sándwiches de jamón son muy populares.
Los estadounidenses son los principales consumidores de carne per cápita del mundo y un cuarto de esa carne es procesada, según revelan datos de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de Johns Hopkins, en Baltimore.
En el estudio sueco, el consumo de carne sin procesar no estuvo asociado con la insuficiencia cardíaca y Wolk dijo que los resultados podrían aplicarse a las mujeres.