Durante muchos años, el cine de catástrofes nos ha acostumbrado a ver cómo cuando alguna persona caía en un río de lava se hundía en él sin remedio. Aunque en el mundo real entrar en contacto directo con la roca fundida es garantía de una muerte casi segura, la forma en que sucede es bastante diferente.
Así, el investigador del MIT Alex Rivest decidió aprovechar un viaje a Hawai para constatar esas diferencias y mostrarnos por qué jamás deberíamos pisar un río de lava caliente, tal y como podemos ver en el blog «Opposing views». En su viaje, Rivest visitó el volcán Kilauea, uno de los más activos de ese archipiélago del Pacífico y en erupción continua desde 1983, donde decidió grabar un vídeo en el que enseñar lo que ocurre cuando un objeto entra en contacto con la roca fundida.
A diferencia de lo que ocurre en el cine, cuando la bota del guía turístico que acompañaba al científico entra en contacto con la lava, no se hunde, sino que deja una huella sobre la superficie viscosa y se produce una llama instantánea.
Esto se debe a que aunque la roca, que se encuentra a una temperatura que oscila entre los 700 y los 1.200 grados centígrados, se comporta como un líquido, su densidad es mucho más viscosa que la del agua.Por ello, si alguien cayera dentro de un volcán como los que muestran las películas no se hundiría en él al instante, sino que lo haría poco a poco y envuelto en llamas. Sin duda, una de las formas más terribles de morir.
Nota:
Este artículo corresponde a una colaboración editorial diaria elaborada por equipo de Bitácoras, la red social para bloggers. Tiene por objeto poner en valor los temas más curiosos tratados por los bloggers españoles y dar visibilidad a estos desde otro contexto narrativo, reconociendo la autoría y procedencia de esos contenidos y contribuyendo a su promoción.
Fuente [Abc.es]