En el aniversario de su muerte, recordamos el legado de uno de los fundadores de Apple.
El 5 de octubre de 2011, el mundo de la tecnología lloraba la pérdida de la mente creadora de hitos como la Macintosh, el iPhone y el iPad. Steve Jobs perdió una larga y dura batalla contra el cáncer de páncreas el 5 de octubre de 2011, cuando sólo tenía 56 años.
Durante el año siguiente, Apple redobló sus esfuerzos y logró reunir la energía necesaria para salir adelante, planeando un nuevo camino y lanzando el iPhone 5, con gran repercusión (comercial), además del un ‘nuevo” iPad (el tercero) y el iOS 6. El legado de Jobs perdura. Por ejemplo, se dice que su mano rectora influenció algunas de las decisiones que se esconden tras el último iPhone, además de ideas para los próximos cuatro años (que incluyen planes para una televisión Apple).
Recordamos algunos de los más grandes logros y momentos decisivos de este visionario tanto dentro como fuera de Apple.
Steve Jobs fundó Apple el 1 de abril de 1976 junto a su amigo Steve Wozniak. En un comienzo, la dupla trabajaba en el garaje familiar de los Jobs en California y, para financiar el diseño de la Apple I, tuvieron que vender algunas de sus cosas, incluida la camioneta Volkswagen de Jobs.
De todos modos, el esfuerzo tuvo su recompensa cuando, en 1977, la Apple II (foto) se convirtió en un éxito de ventas. La primera Apple II tenía un procesador de 1 Mhz, 4k de RAM y cargaba los programas desde un casete. Se lanzó con un precio final de 1.298 dólares y fue un gran éxito. Jobs tenía 25 años cuando Apple se convirtió en una sociedad anónima (empresa de capital abierto) en 1980 y para entonces ya había amasado una fortuna personal de 165 millones de dólares.
La primera computadora Macintosh se lanzó con el famoso comercial de Apple ‘1984’ en la emisión televisiva del Súper Tazón; era el 24 de enero de 1984. La interfaz gráfica del usuario de la máquina de 128k fue un éxito absoluto tanto entre los consumidores como los clientes comerciales e influyó enormemente a los sistemas operativos que vinieron después.
Después de unos años agitados en Apple, Jobs fue desbancado por su ex socio y decidió crear la empresa perfecta.
En 1985, Jobs fundó NeXT Computer. La empresa fabricaba terminales de alta gama, pero el funcionamiento de los equipos no tuvo éxito. En 1993, la empresa dejó de fabricar equipos con el fin de enfocarse en el sistema operativo NeXTSTEP. Tanto NSA como Lotus se convirtieron en fieles usuarios de NeXTSTEP, y GM también se mostró un tanto interesada. Stanford y Carnegie Mellon se sumaron, pero esto no alcanzaba para recuperar el éxito que había gozado al mando de Apple.
En 1986, Jobs compró la división de animación por computadora de LucasArts (The Graphics Group) por 10 millones de dólares y la nombró Pixar Animation Studios. Más tarde, Pixar fue vendida a Disney por 7,4 miles de millones de dólares.
En 1996, seguido de varios cambios en la dirección, el alto ejecutivo de Apple Gil Amelio compró NeXT Computer. Esta transacción trajo a Jobs de vuelta a la empresa que había ayudado a fundar, pero esta vez como asesor, al menos en un comienzo. Al año siguiente, luego de la remoción de Amelio de la junta, Jobs se convirtió en director ejecutivo interino y se puso a trabajar para revivir la tambaleante compañía que había entrado en un ciclo de espiral descendente con grandes pérdidas. Jobs descartó muchas de las líneas paralelas que no rendían lo suficiente y, en 1998, presentó la iMac: una computadora integrada que fue muy aclamada por los consumidores.
A partir de la iMac, las computadoras Apple se convirtieron en objetos de deseo: casi tanto por su elegante diseño como por su poder cristalino. Sin embargo, Jobs divisó oportunidades que excedían los límites de la computación y, en octubre de 2001, Apple lanzó el iPod. Con esta estrategia, se revolucionó el aún jovencísimo mercado del MP3 con un producto que no sólo era pequeño y liviano, sino que tenía una interfaz fácil de usar. El primer iPod contaba con una capacidad de almacenamiento de 5GB y solamente era compatible con las computadoras Apple Macintosh.
Al poco tiempo, Apple lanzó la tienda de música iTunes. La integración de la tienda con el software iTunes de Apple fue fundamental para el éxito del iPod, ya que les permitía a los usuarios descargar una amplia variedad de canciones con facilidad. Pronto, Apple tenía tanto el reproductor de MP3 más vendido del mundo como la tienda más grande de música digital.
Apple también tenía puesto el ojo en otro dispositivo portátil de uso cotidiano: el teléfono celular. Por un período breve, la empresa le otorgó la licencia de iTunes a Motorola, y el programa venía con teléfonos como el ROKR-E1, que se lanzó en 2005.
Y así, en 2007, llegó el increíblemente exitoso lanzamiento del iPhone. El teléfono inteligente, que tomó algunos apuntes tecnológicos del malogrado Newton, conmocionó a la industria de los teléfonos celulares de la cabeza a los pies mientras los competidores intentaban ponerse al día con su interfaz y diseño innovadores. Cuando presentaba el teléfono, Jobs dijo: ‘Hay una vieja cita de Wayne Gretzky que me encanta. ‘Patino hacia donde va a estar el disco de hockey, no hacia donde ya estuvo’. Eso es lo que intentamos hacer en Apple’.
Más tarde, Jobs reveló que el iPhone había nacido como una tableta. En 2010, Apple regresó a la idea original y develó el iPad. Cuando la anunciaron, la tableta de pantalla táctil fue recibida con escepticismo por ciertos sectores de la prensa y el público. Pero, pasados unos meses, el iPad se había convertido en un fenómeno que hacía despegar a todo el sector de computación de tabletas con otra oportuna inyección de innovación.