Richard Berk es un criminalista que hace un par de años ideó un software bastante particular, el que sirve para predecir qué criminales cometerán un nuevo delito una vez que ya están con libertad condicional, lo que se consigue a través de un complejo algoritmo, múltiples variables personales del sujeto a estudiar y además, una base de datos que detalla más de 60.000 crímenes del pasado para entender las tendencias que podrían modelar el futuro. ¿El resultado? Según dicen sus creadores, se pueden identificar hasta ocho futuros asesinos entre un grupo de cien.
Lo más llamativo es que este sistema ya está siendo implementado en dos zonas de Estados Unidos; Maryland y Pensilvania, donde el juicio de la máquina con este software sirve para identificar un potenciales asesinos y por lo tanto, reforzar la vigilancia hacia esa persona mientras se encuentra en libertad condicional.
Por su puesto, se han levantado diversas voces de preocupación que advierten los problemas de este sistema de predicción, el que bien podría equivocarse y marcar falsos positivos. Y es que es imposible no relacionar este suceso con la novela y película de ficción Minority Report, donde una división especial de la policía se dedica a prevenir crímenes basándose no en un sistema informático, sino que en personas con dotes especiales. No es la idea revelar el final de la historia, pero sólo se puede decir que las cosas no terminan bien…