La Casa Blanca llamó a rebajar las tensiones en Venezuela y a que cesen las amenazas «contra actores políticos legítimos», al subrayar su preocupación por la violencia en ese país.
«Estamos muy preocupados por lo que estamos viendo con respecto a la violencia en general, pero sobre todo en términos de acoso a miembros de la oposición y a personas que están actuando dentro de sus derechos democráticos», dijo en un encuentro con periodistas el principal asesor para Latinoamérica de la Casa Blanca, Ricardo Zúñiga.
Para Estados Unidos lo más importante ahora es que haya «una rebaja de las tensiones y el cese de las amenazas de encarcelamiento contra actores políticos legítimos», anotó el asesor del presidente de EE.UU., Barack Obama.
La preocupación del país, según Zúñiga, no es tanto el «resultado» de las elecciones del pasado 14 de abril, que dieron la victoria a Nicolás Maduro por un estrecho margen de 225.000 votos, sino «el proceso» en sí y que haya «una sensación de confianza por parte de todos los participantes.
El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, anunció que este jueves impugnará formalmente los resultados de las elecciones ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Las disputas electorales «son una parte normal del proceso cuando hay un resultado estrecho», comentó Zúñiga al anotar que se trata, ante todo, de tener «un proceso democrático y un sistema democrático».
EE.UU. admitió que trabaja con el Gobierno del presidente Maduro, pero evitó reconocerlo formalmente.
En su conferencia de prensa diaria, el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, reconoció que Estados Unidos «sí» se relaciona en estos momentos con el Gobierno de Maduro como si fuera el presidente legalmente electo de Venezuela.
Pese a que, en las últimas semanas, el Departamento de Estado ha indicado que no había decidido aún si reconocía o no al Gobierno de Maduro, hoy Ventrell aseguró que Estados Unidos «no reconoce a Gobiernos».
«Tenemos relaciones bilaterales con países», no con Gobiernos, aseguró el portavoz. «Y esa relación bilateral continúa, pero hemos dicho que generaría más confianza entre el pueblo venezolano si hubiera un recuento completo y una investigación de las (supuestas) irregularidades», agregó.
Ventrell subrayó que «es el pueblo venezolano» quien debe «decidir sobre la legitimidad» del Gobierno de Maduro y evitó pronunciarse sobre la misma.
El portavoz condenó, además, las agresiones contra varios diputados de la oposición venezolana en la Asamblea Nacional el martes, al señalar que «la violencia no tiene lugar en un sistema representativo y democrático».
EFE