El "Last Meal Project" publica representaciones fotográficas de los últimos menús elegidos, para disfrutar antes de su ejecución, por presos condenados a muerte.
A pesar de ser una medida bastante polémica, la pena de muerte es un castigo legal en muchos países alrededor del mundo. Y en algunos pocos, por ejemplo Estados Unidos, se les concede a los condenados el derecho a elegir su “última cena”, es decir, pueden decidir el menú de su preferencia antes de que se concrete su ejecución por inyección letal o silla eléctrica.
Inspirado en esta paradójica práctica, la de cumplir el último0 deseo gastronómico de una persona antes de disponer de su vida, el fotógrafo Jonathon Kambouris, trabajó en el proyecto “The Last Meals Project”, el cual consiste en hacer representaciones fotográficas de las últimas cenas elegidas por distintos condenados a la pena de muerte. En Estados Unidos es pública esta información para todo aquel que la requiera.
“La justicia no siempre se sirve en la mesa, ya que el inocente puede ser probado culpable y el culpable probado inocente. El elegir la última cena es un ritual significativo por que la validez de esta elección es la única respuesta que alguien puede, ultimadamente, aceptar.” afirma Kambouris.
A continuación presentamos algunos de los menús seleccionados por distintos condenados, algunos de ellos bastante famosos:
Timothy McVeigh, un veterano de guerra que fue sentenciado a inyección letal por haber detonado, en 1995, un camión con explosivos junto al edificio Alfred P. Murrah, en Oklahoma, ocasionando la muerte de 168 personas. McVeigh fue ejecutado en 2001 y simplemente solicitó un kilo de helado de menta con trozos de chocolate.
Victor Freguer fue ejecutado en la orca, en 1963, por haber asesinado al Dr. Edward Bartels, presuntamente para saciar su adicción a diversos fármacos. Freguer optó por un menú hiperminimal, el cual consistió en una sola aceituna con hueso.
Aileen Carol Wuornos fue una supuesta asesina serial a quien se condenó a la pena de muerte, mediante una inyección letal, acusada por asesinar a siete personas. Wuornos alegó que sus víctimas la habían tratado de asesinar mientras ejercía su oficio de prostituta en Florida, y una vez confirmada su sentencia en 2002, simplemente eligió una taza de cafe oscuro para su última cena.
Ted Bundy fue un famoso asesino serial , violador, secuestrador, y necrófilo, quien confesó al menos 30 homicidios entre 1974 y 1978, antes de ser condenado a la silla eléctrica en 1989. Para concluir su vida, Bundy eligió un filete de carne, un par de huevos, hash brown (papas fritas) y un café.