Sabemos bien que, en el ámbito económico, nuestra época se caracteriza por algunas de las formas más absurdas, obscenas a veces, de hacer dinero, particularmente en el caso de los mal llamados “artistas” que pueblan la escena del entretenimiento multitudinario del pop.
Sorpresivamente, la plusvalía de estos personajes es tanta, que incluso se alcanza a derramar a otros cuya única gracia, totalmente azarosa, es guardar un increíble parecido con dichas celebridades.
Tal es el caso de Michaela Weeks, cuya semejanza física con Britney Spears, alguna vez la más brillante de las estrellas mainstream. Weeks, que actualmente tiene 24 años de edad y reside en Ilkeston, Inglaterra, gana alrededor de 500 mil dólares solo por esta condición, producto de presentaciones vocales en vivo y réplicas de rutinas de baile, actuando en bodas, cumpleaños y celebraciones varias.
Entre otros bienes, Weeks se ha hecho de un par de casas, ropa de diseñador, autos deportivos y viajes por distintos países del mundo, también por motivos laborales.