Menos de 24 horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara un plan de desescalada para poder alcanzar la «nueva normalidad» a «finales de junio«, su ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha rebajado las expectativas al advertir de que este plazo corresponde con la «visión optimista» del plan y que el periodo de transición durará «el tiempo que sea necesario».
«El plan de transición ofrece a los ciudadanos una visión optimista entre 6 y 8 semanas para esta nueva normalidad pero también permite que si las cosas no van, tomar el tiempo que sea necesario para hacer las cosas con prudencia y precaución«, ha apuntado Illa.
El Gobierno aprobó ayer un plan de desescalada en cuatro fases, asimétrico y gradual, en la que cada provincia irá pasando de una a otra en función de que cumpla los parámetros epidemiológicos y sanitarios requeridos. De acuerdo a este esquema, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha calculado que miércoles que los desplazamientos entre unas provincias y otras serán posibles «en el mes de julio» si se cumplen los patrones.
En la versión menos optimista, Sánchez ya apuntó este martes de que igual que se espera avanzar, «podría ocurrir» que algunas provincias puedan «retroceder» en lugar de progresar en un discurso donde en general se miró hacia adelante y en ir pasando de fase en fase. Ni un día después, su el ministro de Sanidad ha incidido en la posibilidad de que la desescalada se prolongue durante más tiempo de los dos meses máximos previstos.}