Según las diferentes investigaciones y la realidad diaria del momento en que vivimos, los problemas sexuales cobran cada vez más importancia en nuestra salud. Y de este modo, lo advierten los médicos de Atención Primaria quienes aseguran que es fundamental consultar todas las dificultades que puedan surgir en este aspecto de la vida.
«La importancia de consultar sobre sexualidad viene determinada por la influencia que las dificultades a este nivel conllevan en la relación de pareja, en la calidad de vida y en la salud en general», asegura la doctora y sexóloga Ana Rosa Jurado, secretaria del Grupo de Sexología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), miembro de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual y presidenta del Instituto Europeo de Sexología. Según reseña Elmundo.es
Por ello, recientemente se ha celebrado en Valencia las ‘I Jornadas de Salud Sexual’ para médicos de Atención Primaria, organizadas por el Grupo de Trabajo de Sexología de SEMERGEN. El objetivo, comenta esta experta quien ha sido también la vicepresidenta del comité organizador de las Jornadas, era aportar recursos a los médicos de primaria para facilitar el abordaje de la salud sexual de sus pacientes.
‘Síntomas centinelas’
Pero la importancia de este tipo de consultas va mucho más allá, pues cada vez más se está demostrando que los síntomas o las disfunciones sexuales pueden esconder detrás algo más. Esto es, «en algunos casos, las disfunciones sexuales pueden ser síntomas ‘centinela’ de otras patologías como, por ejemplo, las cardiovasculares. Hay estudios que afirman que hasta un 70% de los pacientes coronarios (infarto, angina de pecho) presentaba disfunción eréctil hasta 39 meses antes de sufrir un evento coronario. Aunque es difícil de cuantificar, se supone que la detección temprana de la disfunción eréctil y la investigación sobre los factores de riesgo cardiovascular podría haber prevenido la aparición de dicho evento coronario», explica.
De este modo, pacientes con riesgo cardiovascular y/o por ejemplo, hiperplasia benigna de próstata (HBP), es muy común la asociación de impotencia, con lo cual se hace imprescindible la realización de detección activa de esta disfunción. También, advierte que «los pacientes que consulten por este problema sexual deben ser investigados para detectar la presencia de factores de riesgo cardiovascular y/o HBP».
Detección activa
A pesar de la realidad y de los estudios, los médicos casi no preguntan a sus pacientes por estos problemas. Así, según datos mostrados en las Jornadas, «menos de un 22% de los médicos pregunta por la salud sexual de los pacientes en consulta». Otro dato importante, informa Jurado, era el hecho de que cuando los pacientes piden ayuda por temas relacionados con la sexualidad, las disfunciones por las que más se consultan son la disfunción eréctil (hasta en el 81% de los casos), el vaginismo y el dolor coital en las mujeres (60% de las consultas), la eyaculación precoz (42%), seguidas de los trastornos del deseo (bajo deseo sexual). Datos que se correlacionan con los expuestos en una encuesta realizada el año pasado.
Es fundamental que el médico de Atención Primaria sea consciente de la importancia de realizar una detección activa de las dificultades sexuales de sus pacientes y, para ello, advierte que «necesita tener la habilidad de crear un clima que favorezca la confianza del paciente». Además, el paciente que decide consultar, lo hace de igual forma si el médico es hombre o mujer. «Según algunos profesionales, el sexo puede llegar a ser una ventaja, no un inconveniente: las facultativas pueden ofrecer más empatía desde el punto de vista de las emociones, mientras que los varones podrían suponer un apoyo en la desdramatización del problema», mantiene.
Y ahora sí, la eterna pregunta: ¿Quiénes consultan más los hombres o las mujeres? Aunque afortunadamente, comenta la especialista, esto está cambiando, pues cada vez se habla más de sexo, el rol como cuidadora que aún persiste socialmente en la mujer hace que sea ésta la que más acuda a la consulta del médico de cabecera.
«El paciente (ya sea mujer u hombre) con alguna disfunción sexual, suele tener una gran carga emocional, además de sentimientos de vergüenza e incluso de negación, que hace que sea su pareja la primera en preguntar sobre el problema al médico; no es infrecuente que la pareja femenina de un hombre con impotencia sea la primera en consultar sobre el problema». Por otro lado, las disfunciones sexuales femeninas más frecuentes (dolor en el coito, bajo deseo, etc.) no suelen conllevar problemas tan importantes de autoestima y tienen menos reparo en preguntar al médico sobre ellas.
Pero insiste en que «afortunadamente las cosas están cambiando y cada vez más hombres están empezando a consultar por sus dificultades, con menor sentimiento de vergüenza y de forma más confiada en que exista una solución médica a los problemas».
Hay que tener en cuenta, resalta, que la mayoría de los problemas de la esfera sexual se solucionan mediante información y consejo sexual, y cada día contamos con más recursos farmacológicos que pueden suponer grandes avances. Dos herramientas fundamentales, asegura, que tienen en cuenta los médicos. Por ello, «hay que animar a la población a que entienda que la salud sexual forma una parte importante de la salud general de las personas».