Etna, el volcán más grande de Europa en actividad entró en erupción y puso en estado de alerta a la isla italiana de Sicilia. Durante las últimas horas se registraron grandes columnas de humo de hasta 5 kilómetros de altura y flujo de lava, pero al poco tiempo la actividad disminuyó. El Instituto de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV) no descarta nuevas reacciones.
La actividad volcánica se registró a las 6.30 de la mañana italiana y las columnas de humo y cenizas se vieron a 30 kilómetros de distancia, y fueron empujadas hacia el oriente por los vientos.
La actividad del Etna reconstruida por los vulcanólogos del INGV-OE de Catania empezó con el inicio de una actividad en el «cono de la silla» del Nuevo Cráter del Sureste y se convirtió gradualmente en una fuente de lava.
El último reporte asegura que se registra una regresión enérgica de los fenómenos que están confinados en la parte superior del volcán.
La actividad volcánica generó la emisión de una columna de cenizas que en las fases iniciales era bastante suave y luego aumentó progresivamente la intensidad. Las cenizas cayeron sobre el lado este y fueron informados derrames de material hasta la ciudad de Zaffarena.
La erupción fue anunciada por un rápido aumento en el temblor volcánico a la madrugada, que a las pocas horas alcanzó el nivel de energía más fuerte. En las últimas horas, la amplitud del temblor disminuyó aunque se siguieron escuchando sonidos subterráneos.
En marzo pasado también se reportó actividad del volcán. Con frecuentes erupciones, conocidas desde hace al menos 2.700 años, la última actividad de importancia se remonta a diciembre de 2018.