Luego del fallecimiento de la Ballena de Aleta (Balaenoptera physalus) que encalló en la costa de Boca de Pozo, específicamente en el sector Los Cocoteros, los especialistas del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, con el apoyo de efectivos castrenses, empresas del sector privado y del alcalde del municipio Península de Macanao, Miguel Ángel Vásquez, iniciaron los protocolos correspondientes para su entierro.
La información fue ofrecida por Elizabeth Puleo, directora Estadal del Poder Popular para el Ambiente (Deppa) Nueva Esparta, quien explicó que el procedimiento presentó limitaciones de tipo técnico que impedían el traslado de la maquinaria necesaria hasta el sector donde se encontraba el cetáceo, además, manifestó que el ejemplar es el más grande que hasta la fecha ha varado en las costas venezolanas, razón por lo que ameritaba equipos especiales.
Asimismo, destacó que en la zona, por tener acantilados de baja altura no existe posibilidad de maniobra para la maquinaria, así que la capacidad de carga del puente sobre el Parque Nacional Laguna de La Restinga, única comunicación terrestre con el municipio Península de Macanao, disminuyó la posibilidad del traslado de las mismas para que pudieran movilizar el espécimen, sin embargo, explicó que se estudiarían todas las alternativas.
SOLUCIONES
Por su parte, Luis Bermúdez, coordinador de Conservación Ambiental de la Deppa en la región, manifestó que evaluaron la zona con personal especializado e iniciaron la apertura de calicatas en el sector, con la finalidad de verificar las condiciones del suelo cercano al cadáver de la ballena, ello con el fin de proceder a su sepultura.
El servidor público destacó que el ejemplar fue retirado del agua, con la intención de evitar cualquier propagación de contaminación o alteración en la zona. Recalcó que el apoyo por parte de los especialistas de Min-Ambiente, la Oficina Nacional de Diversidad Biológica, cuerpos de seguridad e instituciones como Guardacostas, Vigilancia Costera, INEA, Guardería Ambiental, Inepol y Polimacanao, así como también la valiosa colaboración de Alcaldía de la localidad, comunidad, pescadores, docentes y estudiantes de Biología Marina de la Universidad de Oriente, Museo Marino, docentes de la UBV y grupos voluntarios, ha sido satisfactoria para la atención del caso.
Esta acción cumple un protocolo de actuación internacional, con el que se busca el aprovechamiento con fines científicos de la osamenta del animal, fundamentalmente cuando se trata de una especie migratoria, cuya permanencia o tránsito por aguas de la República se suscita sólo en ciertas temporadas de cada año.
[Fuente: Prensa Ambiente]