La estrategia del gobierno hacia la consolidación de un proyecto hegemónico y excluyente se estructuró de forma tal que, ganando el 7 de octubre, el efecto dominó pinte de rojo el mapa de poder. El corta fuego político y social que hemos construido a lo largo de 14 años de luchas desiguales está seriamente comprometido de llegar a imponerse la lógica chavista de «ganar el 7, arrasar el 16 y exterminar políticamente a la alternativa democrática en las elecciones de alcaldes en abril»
La mentalidad militar y autoritaria del líder del proceso no será absolutamente feliz hasta que logre reeditar el estilo de gobierno de Juan Vicente Gómez quien nombraba a dedo a todos los gobernadores de estado e impedía que surgiera, por la vía de la gestión regional, algún liderazgo que le hiciera sombra. No es casualidad que desde que comenzó el proceso de descentralización surgieran de ahí y no de las secretarías generales de los partidos los principales líderes del país, que desafortunadamente chocaron con el muro que ha significado un militar forrado de dólares producto del petróleo de todos, usado para eternizarse en el poder.
El líder base, autor intelectual y práctico del chavismo sabe a ciencia cierta que a su alrededor no existe ninguna sombra que compita con su imagen. Escogió andar el camino de su revolución con los hombres que menos virtudes republicanas exhiben. Jaua, al igual que la mayoría de los candidatos del dedazo, carece de atributos que lo califiquen para dirigir el Estado Miranda o cualquier otro puesto gerencial. De hecho su único éxito es soportar los insultos y las pataletas del jefe y trabajar día a día para satisfacerle los egos imperiales.
Esta es la única revolución carente de intelectuales calificados con obras reconocidas, científicos importantes, artistas de renombre. Nada de eso, todo aquél que exhibe éxitos o galardones otorgados por el esfuerzo propio pertenece – supuestamente- a la élite burguesa imperialista y apátrida. Cuando el referente artístico de la revolución es Hany Kahuan en lugar de Silvio o Pablo nos encontramos frente a un proceso esnobista y sin alma.
Para la revolución la joya de la corona el 16D es Miranda y por ello envían a uno de los más importantes defensores del culto de la personalidad de Chávez que cuenta con un poder delegado para intentar acabar con el liderazgo de Capriles. Ellos actúan como si estuvieran en una guerra contra nosotros y después de ganar una batalla importante ordenan a sus huestes perseguir y aniquilar al enemigo. Lamentablemente si la sociedad democrática no reacciona podemos estar entregando en bandeja de plata los liderazgos que guían el esfuerzo opositor.
Ganar espacios para la democracia peleando con las instituciones que son llamadas a defenderla como el CNE o las FAN es en sí mismo sumamente difícil y ya vivimos lo duro que fue la experiencia del 7, donde Henrique estuvo a punto hasta de perder la vida en distintos episodios. Si a ello le sumamos que gran parte de nuestra gente se encuentra en desobediencia con la estrategia de insistir votando y protestando, la cuesta se pone mucho más empinada.
De triunfar lo lógica del gobierno y perder estados emblemáticos como Miranda, Zulia, Carabobo o Táchira volveremos a un punto en donde enfrentar los excesos del poder será mucho más complejo. En nuestras manos está ponérsela fácil a Chávez y a su institucionalidad o seguir luchando, votando y apoyando a @hcapriles y a todos los que están al frente de nuestra fuerza.
Por Carlos Valero / @carlosvalero08