Luego del 7 de octubre al revisar los números regresamos de un solo envión al 2006. Chávez ganó casi todos los estados, solo dos ofrecieron resistencia, las regiones andinas de Mérida y Táchira, pero a pesar de eso la oposición aumento 700 mil votos en relación al 2010.
Al hacer el balance, queda claro que los objetivos no fueron para nada conseguidos, pero también entendemos que en este oficio de la política nunca llega el out 27. Nadie se puede sentir como un eterno triunfador y por el otro lado, la derrota tampoco es permanente. Después de la tormenta llega la calma y nuevamente sale el sol y con él una nueva oportunidad, en la que se puede mejorar y reparar las fallas cometidas.
Luego del acto electoral, luego de la celebración revolucionaria, sucedió un hecho inédito. El presidente Chávez llamó al candidato derrotado y líder de la alternativa democrática Henrique Capriles ¿Habrá una luz al final del túnel? ¿La reconciliación si puede ser el camino que derrote a la polarización?
Aspiramos que a pesar de nuestras diferencias, podamos reconocernos. Hoy existen más de seis millones de venezolanos que no comparten la visión de país actual, asimismo hay ocho millones que representan una mayoría que cree en la revolución bolivariana. Ambos debemos luchar por la reconciliación de los venezolanos, hoy ese tema tiene más vigencia que nunca.
Algunos sectores de la alternativa democrática deben deponer conductas que nos remontan al pasado. Temas como el fraude, la abstención, alzar la voz expresando que nos robaron los votos, solo beneficia a nuestros adversarios oficialistas.
Aquí hay que dejar atrás el guayabo, se debe asumir una actitud positiva, reconociendo los errores para luego olvidarlos y seguir adelante. El tiempo es oro y la política no tiene un día final.
Es momento de aprovechar las debilidades en los liderazgos regionales del chavismo, sus conflictos internos hoy pueden ser superiores a los nuestros. Aprovechemos la contaminación y ruido que genera en sus filas el dedo de Chávez para elegir a los gobernadores y avancemos unidos hacia el triunfo en los estados.
Vamos a la contienda electoral junto a Antonio Barreto Sira y desde las regiones recuperar al país. Aristóbulo apenas se enteró que tendría que hacer maletas y sustituir al nefasto Tarek. Sabrá Izturis donde queda Guamachito, lo único que une al de Curiepe con Anzoátegui es su lujoso yate anclado en Lechería.
Por Felipe Mujica / @felipemujica