Cuando Daniel Okalany compró su primera computadora a los 21 años, se enganchó. Solo dos años después, dirige su propia empresa de juegos móviles llamada Kola Studios, desde una oficina en la capital ugandesa, Kampala.
Okalany cuenta cómo pudo comprar la PC como parte de un esquema del gobierno para llevar más computadoras a los hogares.
“Era una Tropix TT3”, dijo. “Mi mamá pagó la mitad y yo pagué la otra mitad. Costó aproximadamente 1.3 millones de shillings ugandeses (500 dólares o 6,500 pesos)”.
Okalany pronto estableció Kola Studios con dos amigos: “Inicialmente, comenzamos el negocio en mi casa (…) Es muy común en África que las personas jueguen juegos tradicionales de cartas y hacemos que estos juegos estén disponibles en versión móvil”.
Al principio, la empresa desarrolló una aplicación para dos jugadores llamada Matatu, una versión digital de un viejo juego de cartas ugandés del mismo nombre.
Matatu fue un gran éxito, con 20,000 personas que descargaron el juego a través de Mac App Store, Google Play y Windows Store.
Hoy en día, Kola Studios crea juegos educativos con un giro. El juego de deletreo de zombis de la empresa, Zword, está diseñado para ayudar a los niños y adultos a mejorar sus habilidades del idioma inglés.
Para combatir a hordas de zombis, el jugador debe escribir las palabras correctamente dentro de un límite de tiempo.
“Mientras más rápido tecleas, más rápido mueren”, se lee en el slogan del sitio web.
Según Unicef, más de una cuarta parte de la población ugandesa es analfabeta y Okalany espera que juegos como Zword ayuden a combatir el problema.
“Fue solo un concepto con el que experimentábamos (…) Queríamos poner la aplicación en las escuelas para ayudar a deletrear. Hay un gran reto en la lucha contra el analfabetismo”, dijo.
A pesar del ascenso meteórico de Kola Studios, el desarrollador tiene un pequeño personal de solo cinco personas. Okalany dijo que la empresa comienza a aceptar practicantes pero reclutar trabajadores con las habilidades correctas resulta difícil.
Después de aprender a usar la PC cuando era adolescente y estudiar ciencias computacionales en la Universidad Makerere en Kampala, Okalany es solo uno de un sinnúmero de emprendedores en comenzar un negocio tecnológico en África.
El mercado floreciente de smartphones del continente le da a los individuos emprendedores la oportunidad de lanzar negocios, crear empleos y desarrollar una fuerza laboral calificada.
“Los teléfonos son más populares que las computadoras en África. Ahora un teléfono cuesta menos de 100 dólares (1,300 pesos)”.
Y las aplicaciones de juegos móviles se expanden. El emprendimiento nigeriano Maliyo produce juegos que reflejan las vidas de nigerianos promedio, incluido Okada Ride, en el que el jugador entra y sale de las carreteras llenas de baches de Lagos, al evitar el tránsito.
En febrero de este año, el desarrollador sudafricano Thoopid abrió su negocio. La empresa de Ciudad del Cabo es solo uno de muchos diseñadores independientes de juegos que surgen en la mayor economía de África.
Solo siete meses después de su lanzamiento Thoopid lanzó su aplicación insignia, Snailboy. El juego, que también corre en PC y Mac, presenta a un molusco descarado de jardín mientras los jugadores van en una búsqueda para encontrar su concha, robada por la astuta Pandilla Sombra.
El cofundador de Thoopid, RW Liebenberg, dijo que Snailboy atrae a una audiencia amplia y Sudáfrica rápidamente se convierte en un centro para el talento creativo en los juegos móviles.
A Snailboy le va bien en las lejana Nigeria y Kenia. Thoopid planea lanzar una secuela de Snailboy y dos juegos más el próximo año.
Encontrar la inversión
A pesar del éxito de Kola y Thoopid, el financiamiento todavía es un problema para muchos emprendedores africanos, quienes luchan para obtener el respaldo financiero para expandir fuerzas laborales y reinversión en sus empresas.
Thoopid está completamente financiado por inversiones personales del personal, mientras que Okalany y sus amigos invirtieron sus propios ahorros en Kola Studios para arrancar la empresa.
“Eventualmente recibimos inversión del Fondo Savannah”, dijo Okalany.
Ubicado en Nairobi, Fondo Savannah es una empresa de capital de riesgo que proporciona inversiones de entre 25,000 y 50,000 dólares (325,800 a 650,000 pesos) en emprendimientos de tecnología web de alto crecimiento y móvil en África subsahariana.
Mbwana Alliy, socio administrador en Fondo Savannah, dijo que el Fondo Savannah tiene nueve inversiones en toda África desde Kenia y Uganda hasta Nigeria y Ghana: “Mientras África ve el ascenso de su clase media, veremos personas que quieren consumir. Si este fondo hubiera estado aquí hace 10 años, esto no hubiera sido viable».
El fondo tiene como objetivo evaluar las habilidades y la brecha de experiencia de emprendedores en la región a través del Programa Acelerador, diseñado para ayudar a los individuos a construir una empresa y lanzar productos.
Pero Alliy quiere subrayar que el Fondo Savannah no es un proyecto social: “Se trata de construir negocios sustentables a largo plazo (…) no intentamos voltear rápidamente las cosas. No intentamos tener el mismo crecimiento que Silicon Valley. No estoy aquí para ganar dinero rápido. Vamos a continuar hasta el final”.
Con el financiamiento respaldándolos y con un equipo creciente, Okalany quiere expandir su imperio de juegos más allá de Kenia y Uganda a más naciones alrededor del continente.
Cuando se le preguntó sobre sus ambiciones para el futuro, Okalany dijo: “Si podemos tener el juego más jugado en África eso sería realmente genial”.
[Fuente: mexico.cnn.com]