El síndrome de piernas inquietas se caracteriza por el dolor, hormigueo, picor o sensación de tensión en las extremidades inferiores que se genera especialmente en los momentos de reposo. Además, en los casos más graves no permite dormir más de tres horas diarias.
Con los primeros síntomas, el principal problema es el diagnóstico rápido y claro. Según la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI), el 90% de las personas que padecen el síndrome de piernas inquietas desconoce que tiene la enfermedad. En España, entre un 3 y un 10% de la población padece esta patología.
«Nosotros lo hemos sufrido y lo que más deseamos los pacientes es que se fomente el diagnóstico rápido y claro, ya que este es el principal problema al que se enfrentan las personas cuando manifiestan los primeros síntomas», explica la presidenta de AESPI, Esperanza López.
Según el director del Instituto de Investigaciones del Sueño, Diego García Borreguero, es una enfermedad donde la «mayor parte» de los afectados viven con ella sin haber recibido ningún diagnóstico y sin saber que pueden beneficiarse de un tratamiento.
Es una enfermedad que comporta un aumento de la morbilidad cardiovascular. Y es que no se trata sólo de que esta enfermedad comporte un empeoramiento en la calidad de vida al reducir las horas de sueño y reposo, sino que investigaciones clínicas recientes han mostrado que los pacientes tienen hasta 2,5 veces más de probabilidades de desarrollar una cardiopatía, mientras que el riesgo de hipertensión arterial aumenta también hasta 2,5 veces más frente a la población sana.
«Es imprescindible concienciarnos de que no se trata de un mero problema de estilo de vida, sino que estamos ante una enfermedad que comporta un considerable aumento de la morbilidad cardiovascular», ha dicho el experto.
En este sentido, los expertos han asegurado que la práctica diaria de ejercicio moderado, de unos 30-60 minutos, ayuda a suavizar sus síntomas y, en ocasiones, a reducir la medicación. «Es cierto que el ejercicio físico, de leve a moderado pero continuo, tiende a favorecer al paciente, contribuyendo a aliviar sus síntomas. Por el contrario, el ejercicio intenso o severo puede tener el efecto adverso y llegar a agravar el malestar del paciente», aclara García Borreguero.
Tres preguntas básicas sobre el síndrome de piernas inquietas ¿Qué es este síndrome? Es un trastorno de tipo neurológico que afecta muy especialmente la calidad del sueño, en el que se experimentan sensaciones desagradables en las piernas que se suelen describir como hormigueo, quemazón, frio, tirantez, dolor, etc.
¿Cuál es la causa? Es aún desconocida, pero hay estudios que inciden sobre determinados problemas en el transporte de hierro al cerebro. El síndrome de piernas inquietas tiene una potente base familiar y genética.
¿Cuáles son los síntomas? Malestar en momentos de inactividad. Al dormir, estirar o doblar las piernas. Frotarse las piernas. Sacudirse o dar vueltas en la cama. Levantarse y caminar.
[Fuente: 20minutos.es]