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La globalización tiene estas cosas. El Real Madrid va a recorrer este verano casi 5.000 kilómetros más de los necesarios para dar la vuelta a la Tierra por el Ecuador. El carácter universal del club y el hecho de que haya que izar la bandera blanca en todos los rincones del globo por aquello del marketing y hacerse con los mercados emergentes, provoca que la expedición madridista deba visitar esta pretemporada tres continentes y cinco cuidades para disputar los seis partidos de preparación acordados.
Una gira que tiene preocupado al cuerpo técnico y que se iniciará con un viaje de más de 17.000 kilómetros entre Madrid y Melbourne el 12 de julio. Los blancos pisarán tierras oceánicas por primera vez y allí iniciarán el stage de entrenamientos que tiene planeado Benítez para aprovechar al máximo la estancia blanca en Australia. Dos partidos ante rivales fuertes como son la Roma y el Manchester City serán la primera piedra de toque para el entrenador madrileño.
Desde allí, tras permanecer en el invierno austral un par de semanas, los blancos pondrán rumbo a China, concretamente a Guangzhou, con su calor asfixiante por culpa de la humedad. Otros 7.500 kilómetros de vuelo para disputar, a la sombra de la Canton Tower, la segunda torre de telecomunicaciones más alta del mundo con sus 600 metros, el tercer amistoso del verano frente al Inter de Milán.
De Guangzhou a Shangai, el trayecto más corto de la gira, 1.200 kilómetros que sumar a la cuenta antes de cerrar la gira con un partido frente al Milan. Ese mismo 30 de julio, la expedición blanca volverá a Madrid, a 10.000 kilómetros de Shangai, para dar por finiquitada la aventura asiática y antes de empezar la recta final de la preparación.
Múnich, Oslo y la Liga
Sin mucho tiempo para acomodarse en la capital, Benítez y sus jugadores volverán a Barajas para marchar hacia Múnich, donde disputarán la Audi Cup los días 4 y 5 de agosto. El Tottenham en semifinales y Bayern o Milan el día siguiente serán los rivales blancos en la ciudad olímpica, un destino más cómodo que las anteriores travesías intercontinentales pero que sumarán, entre ida y vuelta, otro buen puñado de números al cuentakilómetros del equipo madridista.
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El periplo se cerrará en Oslo, donde el club ha cerrado un amistoso frente al Valerenga el día 9 de agosto, una semana antes del inicio de la Liga si la fecha del fi de semana del 15 y 16 de ese mismo mes acaba por ser la de la primera jornada de competición. Frente a la Ópera de Oslo y con los compatriotas de Odegaard entregados a su nuevo ídolo, el Madrid cerrará su particular vuelta al mundo en 28 días.
Como Benítez y su cuerpo técnico saben, no es la mejor forma de preparar la competición, pero el plan de trabajo de Paco de Miguel intentará minimizar los efectos negativos de la paliza kilométrica y lograr algún beneficio de las características peculiares del verano blanco. Dobles sesiones en Australia y rivales fuertes para cargar las pilas de una temporada que nace con urgencias.
Fuente: [marca.com]