Sabroso y saludable, el queso es consumido de forma abundante en buena parte del mundo. Además de su variedad de sabores, este derivado de la leche está presente en cualquier dieta sana que se precie, muy especialmente por su presencia en calcio y proteína animal. Igualmente, no conviene abusar de su consumo, ya que algunos pueden llegar a superar el 40% de materia grasa.
Tipos, propiedades y beneficios del queso.
Los quesos con menos de un 10% de materia grasa son los denominados frescos, corresponden a variedades elaboradas con mucha agua y maduradas en poco tiempo, y por tanto, con pocas grasas. Entre ellos encontramos el queso de Mahón fresco o el requesón, así como determinadas variedades descremadas de marcas blancas. Resultan ideales si necesitamos adelgazar y a la vez ingerir un buen aporte en proteínas (cerca al 15 por ciento).
Ya superando la barrera del 10 por ciento de grasas, pero sin llegar a considerarse aún como quesos grasos, hallamos variedades tan típicas como los de Camembert, Mozzarella o el queso azul. En este caso, se tratan de quesos tiernos o semi-curados que presentan más grasas que los descremados, una cantidad de proteínas superior, y un sabor más concentrado. A consumir con moderación.
En el último grupo, los quesos curados, que normalmente pasan del 30% de grasas, son los más ricos en calcio y proteínas, pero también los más grasos, por lo que deben limitarse para ocasiones especiales, siempre y cuando no padezcamos de problemas de peso. De sabor excepcional, a veces pueden ser indigestos; el Gorgonzola o el Roquefort son dos ejemplos. Puedes ampliar la información de cada tipo con la siguiente tabla:
Grasa |
Tipo de queso |
– 10% |
Requesón o ricota. Queso untable descremado. Tipo Petit |
10 al 24.9% |
Queso bola, Cheddar, Camembert, Mozzarela. Queso azul |
25 al 29.9% |
Queso Manchego, Gouda, Brie, Parmesano |
+ 30% |
Queso curado, Gruyere, Gorgonzola, Roquefort, quesos para untar |
¿Qué cantidad de queso consumir al día?
Generalmente, se dice que unos 50 gramos diarios son suficientes para beneficiarnos de sus propiedades, teniendo en cuenta seleccionar una variedad de ellos (frescos, tiernos, curados) para no consumir siempre los más grasos. En niños, dado que necesitan un aporte de calcio mayor, esa cantidad podrá incrementarse un poco más (60-70 g/día), dando preferencia a los quesos menos curados.
Precauciones al comer queso
La primera medida antes de consumir cualquier queso es leer su etiqueta: si tienen más de 20 o 25 % de materia grasa, su consumo debe reducirse al mínimo posible, incluso personas sanas y sin problemas de peso podrían acusar un efecto negativo al comer una cantidad tan alta de grasas saturadas y colesterol.
Por último, aquellos que padecen de hipertensión también deben vigilar el consumo de queso, aunque en este caso está enfocado a la cantidad de sal presente en demasía en determinadas variedades, y que por tanto no deberían consumir.