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El mal de Parkinson es catalogado en el mundo como el segundo trastorno neurodegenerativo crónico del hombre, luego de la enfermedad del Alzheimer, por la frecuencia que se presenta en los pacientes.
Esta patología genera alteraciones en la función cognitiva y autónoma, por lo que la mayoría de los pacientes requiere de instrumentos para ayudarse en sus funciones motoras.
En el Litoral central, el Ministerio del Poder Popular para la Salud, a través del Programa Nacional de Atención en Salud para las Personas con Discapacidad (Pasdis), facilita a los pacientes que padecen esta dolencia de camas clínicas, bastones, muletas, andaderas y medicamentos de forma gratuita para darles apoyo técnico necesario.
La coordinadora del Pasdis en Vargas, Gladimir Estévez, explicó -a través de una nota de prensa- que esta enfermedad es considerada una discapacidad neuromusculoesquelética que afecta a hombres y mujeres, usualmente a partir de los 60 años.
Su incidencia está entre 1 y 5; es decir, entre 1 y 5 casos por cada mil personas, aunque aumenta hasta 10 entre la población mayor a 70 años. Sin embargo, no descarta la posibilidad de que se manifieste en personas de 40 años.
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Su diagnóstico se basa, actualmente, en la detección de la tríada: rigidez-temblor-akinesia, y puede estar asociado a complicaciones por síndromes psiquiátricos y alteración en el conocimiento, dijo Estévez.
Algunos de sus síntomas son lentitud para mover el cuerpo, temblores, problemas para caminar, afecciones al equilibrio, caídas reiteradas, dificultades para escuchar, hablar y captar los gustos.
Para crear conciencia sobre las necesidades que aquejan a las personas que sufren de esta enfermedad, la Organización Mundial de la Salud decretó en 1997 el 11 de abril como el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson, en honor al doctor James Parkinson, quien padeció los trastornos y describió sus síntomas en 1817.