Cuando hablamos del futuro siempre realizamos análisis de lo que será, de los que puede ser y de lo que es más probable, pero no nos damos cuenta que el porvenir lo tenemos que forjar desde el presente. Estoy convencida que el destino de Anaco tenemos que empezarlo a escribir desde ahora, si dejamos que las horas, días, semanas y meses pasen la historia nos cobrará el desdén inmoral con que medimos las consecuencias de nuestros actos o peor aún el resultado de nuestra inercia.
Decimos sin descanso que el futuro es de los jóvenes, pero ellos están hoy más que nunca haciendo presente, entonces porque nosotros los adultos contemporáneos no podemos seguir el ejemplo que esta muchachada tiene años dándonos. Es el momento de actuar por el futuro de nuestros hijos y nietos, como diría el Libertador, Simón Bolívar, “vacilar es perdernos”, entonces actuemos de una vez.
Desde Anaco se respira un ambiente de cambio, el experimento rojo ha significado un retroceso increíble en la evolución de nuestra ciudad, por eso con coherencia y convicción quienes proponemos una transformación integral de esta realidad debemos dar un paso al frente con bríos y valentía para aseverar que con el apoyo de la gente alcanzaremos la meta: Un Anaco diferente, con progreso y desarrollo para todos.
No se nos está permitido dormirnos en los laureles. Usted, yo, el vecino, el amigo todos los que vivimos y padecemos este municipio no podemos dejarnos vencer por el desdén y la comodidad, sino por el contrario demostrar de qué madera estamos hechos, volver a gritar desde las urnas electorales, como aquel 26 de septiembre pasado, ese “Basta Ya” de negligencia, aquella aseveración tácita de que “Anaco no es roja, rojita, sino demócrata”, que aún retumba en los oídos de las actuales autoridades.
Así con la energía que ya hemos demostrado en el ayer, tenemos que hacer presente para un porvenir mejor. Este es el momento, no puede existir mañana cuando las fuerzas de la historia y de la propia sociedad empujan hacia una evolución, quedarnos en nuestras casas, no participando en los procesos de consultas como las primarias, las elecciones presidenciales, regionales y posteriormente las municipales, es como traicionarnos a nosotros mismo, pero más grave es faltarle a nuestra descendencia que espera por nuestra acción.
Anaco, Anzoátegui y Venezuela entera nos necesita, ¿eres capaz de dejarla sola cuando más te necesita?.
Por Ana Martínez / @ana_anaco