La multa de CONATEL y el embargo ejecutivo contra Globovisión, dictado por la Oficina de Asuntos Judiciales de Miraflores, no son otra cosa que una muestra del estado de desesperación del castro-chavismo frente al tsunami electoral que se le viene encima. Naturalmente, una medida de embargo sobre bienes, en el caso de Globovisión, significa una medida de secuestro de los equipos de transmisión. O sea, la salida del aire de la única señal independiente que queda en el país.
El adefesio legal de la sentencia del TSJ, en la que muy lamentablemente aparece la firma del Magistrado Emiro García Rosas, anzoatiguense, no menciona ni una sola palabra de la argumentación de los apoderados legales del canal. No es mas que una palabrería retórica, que no satisface ni siquiera las expectativas de un estudiante de derecho de primer año. Tiene una sola explicación: venganza y despojo.
No sabemos que ocurrirá en las próximas horas, pero, conociendo a esta partida de delincuentes que hoy nos gobiernan, no me extrañaría que procedan al embargo con la misma rapidez con la que juzgaron y condenaron a Danilo Anderson.
Allá ellos. Mas temprano que tarde tendrán que rendir cuentas ante unos verdaderos tribunales de justicia, con jueces de verdad, verdad, y no con una colección de payasos y títeres que brincan y tiemblan al menor manoteo del jefe supremo.
Por otra parte, según las cifras de Datanalisis (no precisamente de oposición), al menos el 70% de las clases populares tienen acceso al cable o la señal satelital. Y el 80% cuenta con telefonía móvil. ¿Cómo los acallarán? ¿Hackeraán Twitter, FB y demás redes sociales desde los centros cubanos de control del Satélite Simón Bolívar?
Prepárense colegas venezolanos. Esto es apenas el comienzo de una enfurecida pataleada del moribundo régimen. Seguirán mas confiscaciones, invasiones, medidas arbritrarias, secuestros y demas lindezas propias del autoritarismo nazi-fascista y narco-comunista que se apoderó del país.
Pero no vayamos a pagarla contra los humildes habitantes engañados y empobrecidos que aún militan en las filas del chavismo. Ellos no tienen la culpa sino de su propia ignorancia y miseria. Hay que apuntar bien. Son los cabecillas rusos, bielorusos, cubanos, chinos y capos mafiosos del mundo, los que están tomando esas decisiones. Y unos cuantos generalillos de hojalata, podridos por sus ambiciones y su enanismo moral.
No podrán nada contra el huracán que se les viene encima. A documentar y poner a buen resguardo los datos. Como dice Arria: “Los veremos en La Haya”.
¡No pasarán!!!
Eleazar Benedetto
Twitter: @elbenedetto