Una vez más estamos ante los beneficios de practicar ejercicio físico. Esta vez son los niños alérgicos los que deberían practicar deporte para reducir sus síntomas. Diversos estudios demuestran los efectos positivos del ejercicio físico para su sistema respiratorio, cardiovascular y muscular.
Según un estudio realizado por la Universidad de Cagliari (Italia) y publicado en el último número de PediatricAllergyImmunology, la práctica regular del ejercicio físico reduce los síntomas alérgicos en los niños, pero muchos de ellos limitan sus actividades deportivas por miedo a sufrir ataques de asma.
Beneficia su sistema inmunológico y puede reducir la inflamación alérgicaLos investigadores italianos aseguran que el ejercicio físico ofrece efectos positivos para el sistema cardiovascular, respiratorio y muscular, y es fundamental para el desarrollo óptimo del niño. En los niños alérgicos el beneficio es mayor. Una actividad física regular actúa beneficiosamente en el sistema inmunológico y puede reducir la inflamación alérgica.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergología Pediátrica (SEICAP) recomienda acudir a un alergólogo pediátrico para que prescriba un tratamiento preventivo y unas pautas que permitan que el niño alérgico mantenga una vida normal. Según esta sociedad la mayor parte de casos de asma tienen un componente alérgico.
Los niños con asma no deben verse aislados o impedidos a la hora de practicar deporte. Es importante acudir a un alergólogo pediátrico para iniciar el tratamiento adecuado que permita que los niños asmáticos sean capaces de participar en actividades físicas y deportivas.
Dónde y cómo
Las condiciones del recinto en el que se practica la actividad pueden exponer a los niños a alérgenos que pueden causarles reacciones como anafilaxia. De hecho un 15,2% de los episodios anafilácticos son causados por el ejercicio. Otros síntomas son la tos, sibilantes, dificultad respiratoria y dolor o presión en el pecho.
Aire frio, humedad, campos de hierba o polvo pueden agravar los síntomasFactores como el aire frio, la humedad, campos de hierba o recintos con polvo, pueden agravar los síntomas de aquellos niños que sufren asma alérgica y provocarles una crisis. Además, determinados materiales usados durante el ejercicio físico como tatamis o colchonetas pueden contener látex o ácaros de polvo que pueden agravar los síntomas de estos pacientes.
Los alergólogos pediátricos reconocen que hay actividades físicas más recomendables como aquellas en las que se el esfuerzo es progresivo y hay más descansos, como por ejemplo el tenis, el voleibol, las artes marciales o la natación. En cualquier caso aconsejan que el niño practique el deporte que más le guste, realizando ejercicios de estiramiento y calentamiento gradual antes de empezar.