El discurso derechista que puede costarle la presidencia a los republicanos

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Las elecciones primarias en Estados Unidos son un proceso en el que los aspirantes a la candidatura presidencial de cualquiera de los principales partidos tienen que apelar a los grupos más periféricos para ganar la nominación.

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Durante ese proceso electoral los demócratas tienden a ser más liberales y los republicanos más conservadores de lo que generalmente son. La idea es que, al surgir el candidato para representar el partido en en cuestión en las elecciones presidenciales este se mueva un poco hacia el centro pues es el voto centrista el que, en la política estadounidense, determina el ganador.

El problema para los precandidatos republicanos, en esta ocasión, es que se han adoptado posiciones tan derechistas para atraer a la minoría más conservadora del partido que, en opinión de varios analistas, al que salga nominado le va a quedar muy difícil retractarse de las declaraciones más extremistas en la elección general.

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Los demócratas no tienen ese problema en 2012 por que el presidente Barack Obama es el candidato único. Pero los contendiente republicanos han estado enfrascados en una lucha sin cuartel para comprobar quién de todos es más conservador, en un largo proceso que los ha dejado expuestos e identificados con lo que el ciudadano medio considera son posturas demasiado estridentes.

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Centro vs. periferia

Todos los expertos y analistas coinciden en que pocos le prestan mucha atención a las primarias y que es solo el aguerrido partidista el que sale a votar durante ese proceso. Por otra parte, es el ciudadano del medio, ese 20% de electorado centrista, el que define la presidencia de Estados Unidos.

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"Lo que ha pasado ahora es que ese centro se ha expandido y la periferia del partido republicano está más alejada y los candidatos han tenido que ir hasta esos confines en busca de los votos en las primarias", manifestó a BBC Mundo Amy Kaufman, analista electoral del Hudson Institute, un centro de investigación de centro-derecha en Washington.

"Lo que estamos viendo ahora es mucho más hacia la derecha que hace cuatro u ocho años", continuó.

Ese giro del péndulo político se debe tanto al movimiento derechista Tea Party -creado en reacción a la presidencia de Barack Obama y lo que consideran es un inflado y despilfarrador gobierno- como de los conservadores sociales que se han vuelto los más vociferantes del partido.

"Para apaciguarlos, para callarlos, los candidatos republicanos han tenido que moverse en esa dirección", explicó la analista. "Otro problema es que han tenido muchos exabruptos que se han salido de tono".

"Sienten esa necesidad de acercarse al fuego de los grupos extremos y les explota en la cara haciendo ver al presidente Obama mejor de los que se ha visto en meses", comentó.

No hay vuelta atrás

Pero una vez se dicen las cosas y se hacen las promesas en campaña primaria, ¿cómo se retractan cuando quieran apelar a ese crucial 20% en las generales?

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La respuesta de Kaufman es que no se pueden retractar, de lo contrario quedarían con una imagen de inconsistencia, fatal para cualquier candidato.

En ese sentido, hay quien asegura que los precandidatos republicanos han cavado su propia fosa con posturas extremas en cuanto a temas como los anticonceptivos, la religión, aborto, los homosexuales, el rescate a la industria automotriz o la inmigración.

"No se pueden decir las cosas que han dicho y pretender que nunca las dijeron", declaró Dante Chinni, director de la encuestadora política Patchwork.

En el caso de Rick Santorum, se sabe muy bien que su fundamentalismo cristiano lo hará atacar la ley de Obama que obliga a la mayoría de las instituciones y compañías a incluir la distribución gratis de anticonceptivos en su cobertura de salud para sus empleados. Pero después se le ocurrió referirse al ex presidente John F. Kennedy en términos despectivos por la declaración de éste sobre la separación del estado y la iglesia.

A lo largo de las mismas líneas, Newt Gingrich acusó a Barack Obama de legalizar el infanticidio cuando apoyó un límite específico para el aborto. Gingrich, inclusive, llegó a tildar al presidente de "extremista".

Estos dos temas le presentan serios problemas a Mitt Romney, señala Dante Chinni. "Mitt, cuando era gobernador de Massachusetts estaba a favor del aborto y los anticonceptivos. Ahora resulta que no, aunque el sepa que esa sea una postura perdedora durante las elecciones generales".

"Lo mismo le va a pasar con su crítica al rescate financiero de Obama a la industria automotriz", añadió Chinni a la BBC. "Todo el mundo sabe que es una medida positiva, pero Romney se opone porque quiere probar cuán conservador es".

Hispanos alienados

Tal vez el que menos líos tendría con las declaraciones que ha dado en el pasado es Ron Paul, el congresista de Texas que, aunque precandidato republicano, es de ideología libertaria.

"Paul es el único de los que queda en pie que lleva décadas diciendo lo mismo y la gente le cree porque es sincero", afirmó Brian Doherty, autor de una biografía sobre Ron Paul.

Tal vez es por eso el legislador de Texas está atrayendo, según las encuestas, a todo un nuevo grupo de ciudadanos que nunca han votado que están disgustados con la política tradicional y les llama la atención el mensaje libertario.

Ese grupo, aunque representa una cifra desconocida, no va a tener gran efecto en las elecciones presidenciales, como sí lo va a hacer la comunidad hispana.

Según un artículo de portada de la prestigiosa revista Time, este grupo demográfico decidirá el próximo presidente de Estados Unidos pero, en opinión de muchos analistas, los precandidatos republicanos -con la excepción de Gingrich- insisten en alienarlo con su fuerte postura en contra de los inmigrantes indocumentados.

"Eso va a ser muy perjudicial para los republicanos", aseguró Amy Kaufman del Hudson Institute, pues necesitarían por lo menos 25% del voto hispano y en el momento están por debajo del 10%.

"Nadie va a poder retractarse de lo que han dicho contra los inmigrantes", concluyó Kaufman. "Esas son declaraciones echadas en concreto y no tienen mucha flexibilidad. El daño es muy grande".

[Fuente]

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