La Sociedad Española de Cardiología (SEC) divulgó hoy que las personas con valores bajos de colesterol HDL, también conocido como colesterol "bueno", tienen una mayor probabilidad de padecer síndrome coronario agudo (SCA).
Así se explica en un artículo publicado en la última edición de Revista Española de Cardiología (REC) y que ha llevado a cabo el Departamento de Cardiología del Hospital Universitario San Juan de Alicante.
La investigación se ha realizado con el objetivo de conocer la contribución relativa del perfil lipídico al riesgo de padecer SCA y ha incluido a 959 pacientes que eran ingresados en un único departamento de cardiología consecutivamente, de manera no programada, por dolor torácico con sospecha de origen coronario.
"El resultado más importante de nuestro estudio ha sido demostrar cómo afectan los niveles de colesterol HDL a nuestro organismo en el pronóstico de síndrome coronario agudo", explicó el doctor Alberto Cordero, cardiólogo del citado hospital.
Así, se ha demostrado que los pacientes con SCA presentan concentraciones plasmáticas de colesterol HDL más bajas y que es mayor el riesgo cuanto menores son los valores plasmáticos de este tipo.
Concretamente, de los pacientes estudiados, el 69,4% de los que tenían SCA presentaban concentraciones de colesterol bueno (HDL) inferiores a los 40 mg/dl, frente al 30,06% de las personas que tenían cifras superiores.
"El valor añadido de los resultados obtenidos en nuestro análisis es que las cifras bajas de colesterol HDL presentan una fuerte asociación con la presencia de cardiopatía isquémica, lo que puede tener importantes implicaciones para la estratificación de riesgo de los pacientes con dolor torácico", afirmó el especialista.
El aumento de la probabilidad de padecer SCA se explica porque las cifras bajas de HDL se relacionan con una disfunción endotelial, un menor transporte inverso de colesterol, una mayor oxidación del "colesterol malo" y, por lo tanto, la inflamación de la pared vascular y pérdida del efecto protector de este colesterol.
"Hasta ahora se realizaban tratamientos con estatinas para reducir las cifras del colesterol LDL o ‘malo’, cuya presencia elevada en el organismo también se relaciona con enfermedad cardiovascular", comentó.
Se ha demostrado que la reducción del colesterol "malo" no implica el aumento del "bueno", por lo que es conveniente, según recomendó Cordero, "dejar de fumar, controlar el sobrepeso y practicar ejercicio físico de forma regular".
El SCA es un conjunto de manifestaciones de cardiopatía isquémica o insuficiencia coronaria, con empeoramiento clínico del paciente en horas o días, indicó Efe.
Comprende además tres grupos de afecciones: angina de pecho inestable aguda, el infarto de miocárdico agudo y la muerte cardíaca súbita, aunque la forma más común de presentarse es el denominado dolor anginoso en el pecho.
La dislipemia, o alteración de los niveles normales de colesterol y triglicéridos, es uno de los factores de riesgo más prevalentes en las personas que padecen cardiopatía isquémica, y por lo tanto de SCA, ya que afecta a entre el 30 y el 50% de los pacientes.