Científicos en Estados Unidos descubrieron que un compuesto que contiene el chocolate amargo puede ofrecer beneficios a la salud similares a los que provoca el ejercicio.
El estudio en ratones mostró que la epicatechina, un tipo de sustancia antioxidante que se encuentra en grandes cantidades en el cacao y el chocolate amargo, parece estimular la misma respuesta en las células que la actividad vigorosa.
Los científicos de la Universidad de Wayne State, en Detroit, centraron su investigación en la mitcondria, el «motor» de las células encargado de generar la energía necesaria para la actividad celular.
«Más mitocondrias significa que puede producirse más energía y puede llevarse a cabo más actividad» explica el doctor Moh Malek, quien dirigió el estudio.
«Se sabe que el ejercicio aeróbico, como correr o andar en bicicleta, incrementa el número de mitocondrias en las células musculares».
«Nuestro estudio encontró que la epicatechina parece producir la misma respuesta, particularmente en el corazón y los músculos esqueléticos» agrega el investigador.
Tal como explican los científicos en Journal of Physiology (Revista de Fisiología), durante el ejercicio el rendimiento de los músculos y esqueleto dependen en gran parte de la forma como las células utilizan el oxígeno y otros nutrientes para generar energía.
El ejercicio y el entrenamiento regular incrementan esta capacidad de metabolismo celular y esto no sólo mejora el rendimiento físico del individuo sino también está asociado a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Estudios pasados han sugerido que los compuestos flavonoides, como la epicatechina, pueden mejorar la función del músculo cardíaco y estimular la circulación de oxígeno en el organismo.
Para comprobar si el compuesto podría tener efectos similares que el ejercicio, el doctor Moh Malek y su equipo llevaron a cabo experimentos con tres grupos de ratones.
Beneficios
El primer grupo fue alimentado dos veces al día durante 15 días con un tipo específico de epicatechina que se encuentra en el chocolate amargo.
El segundo grupo también recibió la misma dosis de epicatechina pero además se le sometió a 30 minutos de actividad física en la rueda de ejercicio.
Y el tercer grupo no recibió epicatechina pero fue sometido a la rutina de actividad física diaria.
Todos los animales tenían 12 meses de edad, el equivalente a humanos de mediana edad.
Los investigadores encontraron que los animales que sólo recibieron la epicahtechina mostraron los mismos beneficios musculares y celulares que los que habían llevado a cabo la rutina física durante 15 días sin consumir la epicatechina.
Estos beneficios fueron un mayor número de vasos capilares en los músculos de las patas traseras y una mayor cantidad de mitocondria muscular.
Además, tal como explica el doctor Malek, «los animales del segundo grupo, que comieron el compuesto y se ejercitaron, mostraron mejoras mayores en estos beneficios que permitieron a los animales ejercitarse durante períodos más largos».
«Lo cual sugiere que un tratamiento de epicatechina combinado con ejercicio podría ser una herramienta viable para retrasar la aparición del envejecimiento muscular», señala el científico.
Los científicos subrayan, sin embargo, que todavía habrá que llevar a cabo muchos más estudios para ver si estos resultados pueden aplicarse también en los seres humanos.
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