El Gobierno juega a enredar con la confrontación institucional y política, por lo que la Mesa de la Unidad Democrática debe establecer su propio juego y no caer en las trampas que el régimen pone. La salida de la crisis debe ser la prioridad más importante para la oposición.
Debemos recordar que el pueblo venezolano votó el 6D por un cambio y la Unidad simboliza esa posibilidad real de cambiar el modelo y atacar de raíz una crisis que está acabando con la calidad de vida y con la paciencia de los venezolanos. No podemos fallar en ese encargo que nos hizo el pueblo.
Pero si queremos impulsar el cambio del modelo y de la cultura de los venezolanos, debemos cambiar nosotros mismos y dejar a un lado nuestros intereses. No es momento de adelantar candidaturas a las Gobernaciones. Debemos concentrar nuestros esfuerzos en concretar el cambio lo más rápido posible para disminuir el daño que hace el modelo.
Y el cambio depende fundamentalmente de la salida constitucional de Nicolás Maduro del poder y por consiguiente de la sustitución de un modelo político y económico que quebró al país. Con ellos en el poder es imposible concretar los cambios que el país necesita, porque ellos siguen amarrados a criterios ideológicos que han demostrado con creces que son un fracaso.
Es tan grave la crisis que afecta al país, que la confianza en el Gobierno es mínima y eso se traduce en la imposibilidad de aplicar los ajustes que la economía necesita, porque pocos creerían un mensaje de supuesta rectificación de parte de Maduro y sus acompañantes.
Los venezolanos están a punto de perder la paciencia por completo. Todavía están aferrados a una salida constitucional que enrumbe el país. Otro tipo de salida no le conviene a nadie. No hay que caer en las provocaciones de quienes buscan un golpe, porque esa opción pudiera ser una trampa del mismo oficialismo.
Ante los retos que tenemos por delante yo invito a todos los miembros de la Mesa de la Unidad Democrática a no perder el foco. No es momento de aspiraciones personales. Es la hora de la Unidad para concretar el cambio. Un cambio en paz. Un cambio constitucional y un cambio que garantice que vamos hacia la Venezuela de progreso que todos anhelamos.
Sin un cambio real, no habrá espacios para aspiraciones.
Pablo Pérez
@PabloPerezOf