1) Perdimos, porque lamentablemente, una gran cantidad de venezolanos, casi 3 millones, no supieron asimilar la derrota sufrida por Henrique Capriles el 7 de octubre. Capriles convenció a millones de venezolanos de que iba a ganar los comicios. Publicó decenas de encuestas que lo daban ganador hasta por 10 puntos y creó una matriz de opinión de que su triunfo era inevitable. Pero el 7 de octubre las cosas no salieron bien, entre otras cosas porque se cometieron dos errores que en materia electoral se pagan muy caro: A) la organización electoral falló, dejando centenares de mesas sin testigos y B) la “movilización” y el “arrastre” tampoco funcionaron, porque el comando de campaña puso mayor énfasis en el voto espontáneo. Muchos de esos venezolanos que votaron el 7 de octubre se molestaron porque Capriles “reconoció el
triunfo de Hugo Chávez muy rápido”, o porque Capriles “no dio la pelea”, o porque Capriles “no cantó fraude” y se fue por la calle del medio. La manera de protestar por parte de estos venezolanos, fue no ir a votar el 16D.
2) Perdimos porque desafortunadamente hay muchos venezolanos que no aprendieron la lección que sufrimos cuando nos abstuvimos de participar en las elecciones parlamentarias del 2005. En aquella oportunidad, con el argumento de que íbamos a deslegitimar a Hugo Chávez, nos quedamos en nuestras casas sin hacer nada y le entregamos toda la Asamblea Nacional al oficialismo. Ese misma Asamblea Nacional
fue la que designó a los miembros del CNE y del TSJ que han apuntalado el proceso revolucionario que lidera Hugo Chávez, ensamblando todo el entarimado jurídico que le permite a la revolución convertir en legales todas las ilegalidades cometidas durante esta administración.
3) Perdimos, porque lamentablemente, la MUD no presionó a muchos gobernadores y alcaldes para que se midieran en elecciones primarias. La MUD se dedicó a “blindar” y a proteger a los gobernadores. El único
estado en manos opositoras donde hubo primarias para gobernadores fue en Miranda. En el resto de las gobernaciones no hubo nada. El “acuerdo” suscrito por la MUD permitió a varios gobernadores y alcaldes pasar lisos, mientras condenó a otros a medirse y a perder las elecciones primarias. Ese acuerdo fue, a todas luces, un grave error, por cuanto hubo candidaturas “unicas” que no resultaron ser tan unitarias.
4) Perdimos, porque algunos gobernadores se dedicaron a gobernar única y exclusivamente para sus partidos. Tiñeron sus gobiernos del color de su tolda política y se olvidaron por completo del resto de las organizaciones políticas y del resto de la sociedad. Eso cayó muy mal en algunos actores políticos que vieron que sus esfuerzos por conquistar espacios democráticos sólo habían servido para enquistar a un partido o a una clase dirigente o peor aún; a un club de amigos.
Hubo gobernadores que se dedicaron a gobernar con y para sus amigos, olvidando que el mandato que se les había dado era para que demostraran que la democracia siempre ha sido mejor que el comunismo. Y eso sólo se demuestra con buena gestión, con obras que vayan en beneficio de las comunidades, con transparencia y con excelente resultados.
5) Perdimos, porque hay mucha mezquindad dentro de las fuerzas políticas que integran la MUD. Hay demasiado cálculo político. Dirigentes que apuestan al fracaso de un alcalde o de un gobernador, porque sólo de esa manera ellos podrían tener alguna oportunidad de acceder al poder. Dirigentes que prefieren ver a un dirigente del PSUV al frente de una alcaldía o de una gobernación antes que ver a otro dirigente de algún otro partido de la oposición. Dirigentes que primero piensan en su partido, antes que en el país. Dirigentes que prefieren perder una gobernación a cambio de que su partido se convierta en la primera fuerza política de su región.
6) Perdimos porque nos enfrentamos a un gobierno sinvergüenza, ventajista y tramposo, que utilizó todo el poder, todo el dinero y todo el aparato del estado para beneficiar a sus candidatos.
7) Perdimos, porque todavía no hemos sabido conectar con las grandes mayorías de venezolanos que viven en barriadas y en sectores populares. Seguimos haciendo campaña en las grandes ciudades, pero nos
cuesta mucho hacer campaña en los barrios, en las aldeas, en los caseríos, en los sectores populares donde el problema no es Chávez, sino la falta de agua, luz, transporte, seguridad, salud y educación.
8) Perdimos, porque aunque nos duela reconocerlo hay gente que ha perdido la fe en las elecciones. Gente que ya no cree que esta crisis política se resuelva mediante el sufragio. Gente que todavía sigue esperando la llegada de los portaviones norteamericanos. Gente que prefiere esperar a que el cáncer se haga cargo de la situación. Gente que prefiere esperar a que Dios nos haga el milagro. Gente que prefiere tirar la toalla. Gente que prefiere negociar con el gobierno. Gente que al parecer, prefiere que este país se vaya a la mierda.
9) Si hubiesen votado los 6.5 millones de venezolanos que lo hicieron por Capriles el 7 de octubre, habríamos ganado 18 gobernaciones. Dios quiera que quienes no fueron a votar el 16D no tengan que arrepentirse.
Por Gustavo Azocar A / @GustavoAzocarA