La Mesa de la Unidad Democrática es, hoy por hoy, un instrumento de lucha que comienza a dar sus frutos en la recuperación de los espacios democráticos de Venezuela. La MUD no es perfecta, es cierto. Como toda instancia política tiene virtudes y tiene defectos. Pero nadie puede negar que por primera vez en 12 años, contamos con una instancia política que le está metiendo miedo a la revolución.
Chávez lo sabe. Y por eso, ha puesto en marcha un plan que pretende acabar con la MUD, es decir, acabar con la unidad de las fuerzas democráticas opositoras. El plan de Chávez contra la MUD contempla denuncias contra algunos de los actores políticos que la integran (Ismael García) y el lanzamiento de candidaturas presidenciales al margen de la unidad. Las grabaciones telefónicas que todos los días se ponen al aire en VTV forman parte de esta estrategia.
La agenda política de la MUD debe hacer caso omiso a esos ataques, los cuales irán aumentando en la medida en que se acerque la fecha de las primarias y las elecciones Presidenciales, y concentrar sus esfuerzos en la consolidación de la tarjeta unitaria y en aumentar la participación de los votantes en las elecciones primarias del 12 de febrero de 2012.
Unas primarias con una altísima participación popular, pueden transformarse en un gran estímulo para una mayor participación ciudadana en las Presidenciales de 2012. Por el contrario, unas primarias poco concurridas y que en lugar de unidad, produzca una fractura entre los sectores democráticos, podría resultar mortal para la MUD y por ende para el candidato que resulte ganador en esos comicios.
La MUD debe explicar suficientemente al país las razones por las cuales las primarias fueron programadas para 2012 y no en 2011, como lo quería una gran mayoría de venezolanos y estimular a la ciudadanía para que participe en ellas. Los precandidatos deben recorrer el país, estimular a los electores y no caer en la tentación de una guerra interna que sólo los debilitaría a todos, favoreciendo indirectamente al candidato que hay que derrotar, es decir, a Hugo Chávez.
La MUD debe tomar “al toro por los cachos” y contrastar su estrategia democrática contra la estrategia “dedocrática” del PSUV, cuyas autoridades, presididas por Hugo Chávez, decidieron que no harán primarias para las elecciones de 2012. La estrategia de la MUD debe explicarle al país que mientras el PSUV no hará primarias, la MUD si lo hará y explotar ese elemento como un factor diferenciador entre la democracia que promueve la MUD y la democracia que promueve el PSUV.
En pocas palabras, mientras los candidatos de la MUD serán electos por miles y miles de venezolanos en todo el país, los abanderados del PSUV serán escogidos en el despacho de un solo hombre en Miraflores.
Mientras la MUD constituye casi 350 mesas de la unidad en igual cantidad de municipios y en 23 estados del país, promoviendo la participación de la gente, y organizando el trabajo con miras a las primarias de febrero 2012, el PSUV elabora una lista “a dedo”, sin consultar a nadie, y nombra candidatos a Arias Cárdenas en Zulia y a Blanco La Cruz en Táchira, sin preguntarle a ninguno de sus militantes si está de acuerdo con tal decisión.
Hay dos tipos de democracia entonces. Una, la que promueve Hugo Chávez, donde sólo él decide, donde sólo él opina, donde los demás no importan. La otra, la que promueve la MUD, donde todos contamos, donde todos opinamos, donde todos participamos. La MUD debe invitar a los militantes y simpatizantes del PSUV a que participen en las primarias del 12 de febrero de 2012 en virtud de que el oficialismo no hizo primarias y la MUD si las hará. Aquí hay democracia. Del otro lado, parece que no.
GUSTAVO AZÓCAR ALCALÁ