Sr. Chávez: Imagino que debe andar usted muy preocupado. Esa cara de pocos amigos que pone en televisión, sobre todo cuando le informan con detalles del gentío que está saliendo en las calles a apoyar la candidatura presidencial de Henrique Capriles Radonski, le debe estar quitando el sueño.
Para una persona tan ególatra como usted, acostumbrada a que todo el mundo le jale bolas, no debe ser fácil aceptar que un muchacho de apenas 40 años de edad, le esté metiendo las cabras en el corral. Su ego debe estar golpeado, sobre todo porque el muchacho le ha salido respondón, y porque, nadie lo duda, todo parece indicar que el flaquito se va a salir con la suya.
Sr Chávez: he querido escribirle estas líneas, aún sabiendo que usted no las va a leer, para ofrecerle sin ningún costo unos buenos consejos. Reza un viejo adagio popular que “quien no oye consejos no llega a viejo”. Y aunque usted no lo crea, yo soy uno de los pocos venezolanos que quiere que usted llegue a viejo, observando los cambios profundos que se llevarán a cabo en este país, tan pronto como usted abandone la presidencia. Lo primero que quiero aconsejarle es que debe usted prepararse para perder las elecciones. He visto sus últimas intervenciones y tengo la leve impresión de que usted no está preparado para perder. Supongo que sus asesores lo han convencido de que el 7 de octubre usted sólo tiene una opción: ganar. Pero déjeme decirle que todo aquel que entra en el juego electoral, siempre tiene dos escenarios: ganar o perder. En política, Señor Chávez, a diferencia del fútbol, no hay empates. Se
gana o se pierde.
Sr. Chávez: usted se mal acostumbró a ganar. Los rectores chavistas del CNE, han venido ejecutando desde hace años las órdenes que usted les dicta, adecuando el entramado jurídico y legal a sus designios, de manera de ocultar o maquillar las derrotas electorales que los sectores democráticos le hemos propinado a usted en los últimos años.
A las pruebas me remito: en el año 2007, su gobierno fue derrotado en las urnas, en el referendo constitucional que usted le propuso al país y que pretendía modificar casi el 30 por ciento de los artículos de nuestra Carta Fundamental para convertir a Venezuela en un país comunista. En aquella oportunidad, los rectores oficialistas del CNE hicieron todo cuanto pudieron para “maquillar” los resultados luego de la pataleta que le dio a usted aquella noche. Al final nos dijeron que habíamos ganado, pero por una mínima diferencia, lo cual le permitió a usted decir que habíamos obtenido “una victoria de mier….”. En el año 2010, los rectores oficialistas volvieron a hacer de las suyas en el CNE. Pero esta vez, no esperaron los resultados de las elecciones a la Asamblea Nacional, sino que se adelantaron y modificaron las reglas de juego, cambiando los circuitos electorales, sobre todo en aquellos estados donde las fuerzas democráticas estaban listas para arrasar, con lo cual su gobierno, a través del Psuv, logró algo que matemáticamente resultaba imposible: sacar una mayor cantidad de diputados, pese haber obtenido una menor cantidad de votos que los que obtuvo la oposición.
De esa manera, los rectores oficialistas del CNE le garantizaron a usted una “victoria” que usted sabe perfectamente que no obtuvo. Para decirlo en términos más sencillos: en septiembre de 2010, usted y su gobierno fueron derrotados por las fuerzas democráticas del país, pero gracias a la mayoría circunstancial que tienen en el CNE, lograron revertir esa derrota y convertirla en una “victoria” hecha a la medida, para que su régimen continuara haciendo lo que le da la gana con nuestra nación.
Sr Chávez: en estas elecciones del 7 de octubre las cosas no le van a resultar tan fáciles. Hay una gran mayoría de venezolanos que está dispuesta no solamente a ir a votar contra usted y su pésimo gobierno. No sólo eso, esa gran mayoría de venezolanos no está dispuesta a tolerar otra vez, que a través de artimañas jurídicas se nos escamotee o se nos arrebate una victoria que tenemos en las manos.
Sr Chávez: las veces que nos ha correspondido perder, lo hemos aceptado, porque nuestro talante democrático así nos lo indica. Los verdaderos demócratas siempre estamos preparados y dispuestos a ganar o a perder. Pero ese no parece ser su caso. El Diario ABC de España publicó la semana pasada un extenso reportaje en el que indica que usted está preparando escuadrones armados para no aceptar su inevitable derrota.
Sr Chávez: prepárese para perder las elecciones del 7 de octubre. Esta vez no habrá leguleyerías, ni nada que lo salve. Usted ya perdió las elecciones. Eso se ve, se oye, se siente, se huele. No vaya a decir el 8 de octubre que obtuvimos “una victoria de mier….”. Cómo dijo una vez un expresidente colombiano: Sea varón. Admita su derrota y entréguele el gobierno a un joven Presidente que, sin lugar a dudas, lo hará mil veces mejor que usted.
Por Gustavo Azocar Alcalá