Estados Unidos se declaró este lunes "bastante preocupado" por la rapidez del juicio político del Congreso paraguayo que destituyó el viernes pasado al presidente Fernando Lugo.
"Hemos estado siguiendo muy de cerca los acontecimientos y continuamos bastante preocupados por la rapidez del proceso utilizado para este juicio político en Paraguay", dijo a periodistas la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Washington se mantiene en consultas con los otros miembros en la Organización de Estados Americanos (OEA) para determinar "cuál será nuestra reacción junto a nuestros socios", dijo Nuland.
En este sentido, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, conversó con su par brasileño, Antonio Patriota, el fin de semana, señaló la portavoz.
La OEA anunció una reunión extraordinaria el miércoles para analizar posibles acciones frente a los acontecimientos en Paraguay.
Estados Unidos ha mantenido una posición más cauta que la del resto de los países del continente, varios de los cuales retiraron a sus embajadores de Paraguay y se resisten a reconocer al gobierno de Federico Franco, que asumió el viernes tras la destitución de Lugo por el Congreso.