El presidente Iván Duque celebró este jueves 22 de agosto el anuncio por parte de Interpol de la emisión de una circular roja por narcotráfico contra el excomandante de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y actual congresista Jesús Santrich.
Desde la ciudad de Cartagena, al norte del país, Duque pidió “que esta sea una ocasión para que el mundo entero se una en la captura de estos criminales. No más burlas al pueblo colombiano, no más burlas a la justicia… Ese ciudadano (Santrich) se ha comportado como un mafioso y su actitud de irse a buscar refugio en el país que promueve y que defiende el terrorismo, como es la dictadura de Nicolás Maduro, lo ratifica. Así que espero que esta circular roja sirva para capturar a ese delincuente”.
El Mandatario colombiano ha dicho en varias ocasiones que en Venezuela se encuentran no solo Santrich sino también Iván Márquez y varios jefes de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La circular roja emitida por Interpol a sus 194 países miembros muestra varias fotografías de Santrich, cuyo nombre real es Seuxis Paucias Hernández Solarte, de 53 años, que es requerido por los presuntos delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico y fabricación de estupefacientes.
El 9 de julio la Corte Suprema emitió una orden de captura contra Santrich, actual congresista por el partido Fuerza Alternativa del Común, para que rinda indagatoria en una investigación por su presunta participación en el envío de cocaína a Estados Unidos. Ese país lo pide en extradición por ese delito.
El paradero de Santrich se desconoce desde el 29 de junio cuando despidió a su esquema de seguridad y abandonó el territorio de La Guajira, al norte del país, donde se encontraba. Las autoridades colombianas ofrecen una recompensa de hasta un millón de dólares por cualquier información que permita ubicarlo.
Como parte del acuerdo de paz firmado entre el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) y las FARC en 2016, los excombatientes lograron diez bancas en el Congreso bicameral colombiano, incluida la de Santrich.
El acuerdo de paz garantiza penas no carcelarias para los comandantes guerrilleros que cumplan con los procesos de verdad y reparación de las víctimas pero los delitos cometidos después de la firma del pacto deben ser juzgados por la justicia ordinaria.
El ministro de la Defensa, Guillermo Botero, dijo recientemente a The Associated Press que hay unos 1.700 disidentes de ese grupo en diferentes partes del país.