El consejero delegado de DreamWorks Animation, Jeffrey Katzenberg, llegó a ofrecer 75 millones de dólares por tres episodios adicionales de «Breaking Bad», una propuesta rechazada, pero que refleja su apuesta por nuevas formas de narración.
Esos nuevos episodios, según anunció hoy en una de las conferencias más esperadas de la feria de contenidos audiovisuales MIPCOM, tenían que lanzarse divididos en 30 partes de seis minutos cada una, y estar disponibles, de pago, para dispositivos móviles.
«En mi cabeza no había ninguna duda de que habría seis, siete, ocho millones de personas que comprarían esos episodios. De que al mediodía, cuando salieran, todo el mundo los estaría esperando», indicó desde Cannes, localidad que desde el pasado lunes y hasta este jueves celebra ese encuentro.
La propuesta se le ocurrió a seis semanas del alabado final, cuando, según reconoce, «no tenía ni idea de cómo iba a ser», y aunque fue rechazada por sus productores, que no querían pervertir la serie por motivos económicos, Katzenberg mantiene que en ese tipo de formatos hay todavía un gran nicho de mercado.
Los tiempos de espera, tal y como se conocían antiguamente, han desaparecido, y ahora la gente recurre a esos tiempos muertos para bucear en sus teléfonos móviles, por lo que ofrecer contenido de calidad para ese tipo de momentos es una vía que a su juicio debería explorarse.
«Cuanto mayor sea la calidad de lo que los llena, más pagará la gente», añadió el directivo, que alabó el trabajo que ya está haciendo al respecto Awesomeness TV, perteneciente a su grupo.
La multiplicación de las plataformas desde las que se puede ver cualquier tipo de contenido audiovisual, y el cambio en los hábitos de los consumidores, especialmente en los de las nuevas generaciones, según destacó, ha ido acompañada de una inevitable demanda de nuevos productos.
Por eso, de la misma manera en la que la televisión no mató al cine, y en que cada nuevo medio, en su opinión, no ha reemplazado al anterior, sino aportado algo nuevo, esa micronarración no va a implicar el final de la televisión tradicional.
«La experiencia mediática simplemente se vuelve más rica y satisfactoria», añadió ante un patio de butacas lleno, al que se le dejó claro que contar una buena historia que atraiga a la audiencia «sigue siendo en la actualidad tan difícil como antes».
La narración, independientemente del medio en el que tenga lugar, nuevo o antiguo, «es muy difícil», y por ello, en su opinión, el contenido sigue siendo el rey, y como toda realeza, «es poco frecuente».
[Fuente: eluniversal.com]