Dos momentos históricos que reflejan el fracaso del comunismo

La doctrina comunista, cuya base es la propiedad colectiva, fue fundada por Fiedrich Engels y Karl Marx, como otra manera de hacer política, pensando en la equidad y la justicia social.

Dos momentos históricos que reflejan el fracaso del comunismo

Esta ideología tiene como preámbulo el socialismo; del cual Lenin en su libro “El Estado y la Revolución”, plantea que es “la primera etapa en la consecución de la sociedad sin clases o comunismo, caracterizada por la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto que el consumo seguiría siendo particular”.

Sin embargo, hay dos momentos de la historia que reflejan el fracaso de los principios Engels y Marx para la constitución de sociedades modernas, prósperas y realmente justas. Estos son:

Caída de la Unión Soviética

Las políticas económicas iniciadas por Mijail Gorbachov en 1985 provocaron en el pueblo una serie de protestas que terminaron mal. “La perestroika” consistía en una serie de reformas económicas con el fin de hacer de la Unión Soviética una superpotencia, dejando a un lado los principios del Estado fundado por Lenin.

Una de las leyes que condujo a la desintegración de la URSS, fue la Ley de Empresas, que estaba incluida en ese paquete económico. Si bien la ley pretendía hacer prospera la economía rusa, también anulaba el control de los recursos y la reducción de la inversión. Esto produjo el fraccionamiento de los estados en pequeñas republicas con bancos propios.

En marzo de 1991, se convocó un referéndum en la Unión Soviética y el 78 % de los votantes optó por el «sí» a la continuidad de la Unión Soviética. Pero con el Tratado de Belavezha, firmado el 08 de diciembre de ese mismo año, se disolvía de facto la Unión Soviética, al separarse Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

El 25 de diciembre de 1991, Mijail Gorbachov dimite y la Unión Soviética se disuelve. La caída de la URSS provocó que Estados Unidos se convirtiera en la única superpotencia mundial.

Caída del Muro de Berlín

El Muro de Berlín, denominado también como “muro de protección antifascista” o “muro de la vergüenza”, fue una frontera que dividió Alemania en dos: la Republica Democrática de Alemania y la República Federal de Alemania.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Berlín quedó dividida en cuatro sectores: inglés, francés, soviético y estadounidense. El área oriental quedó en manos de los soviéticos (Republica Democrática de Alemania) y la occidental bajo el poder de los otros tres (República Federal de Alemania).

Con el paso del tiempo, la Berlín occidental, empezó a prosperar, provocando que los ciudadanos de la Berlín oriental emigraran en busca de mejores condiciones de vida, que el régimen comunista no le permitía.

Famoso símbolo de la Guerra Fría y la evidente separación de Alemania, fue una frontera que erigió la naciente republica socialista con una longitud de 45 km la noche del 12 de agosto de 196. Muchas personas murieron en el intento de cruzar el famoso muro por la estricta vigilancia del régimen comunista.

El Muro de Berlín cayó la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989, exactamente 28 años después de su construcción, debido a las exigencias de la ya extinta Republica Democrática de Alemania de la libre circulación. Ya por Austria (federal) y Hungría (soviético), el paso estaba permitido, lo que ocasionaba que los ciudadanos tuvieran que viajar para cruzar la frontera.

Esta molestia ocasionó protestas en varias ciudades, pero el punto álgido lo desencadenó un portavoz del gobierno de la Republica Democrática de Alemania, al decir en un medio de televisión que “de inmediato” entraba en vigencia la norma de libre circulación sin requisitos previos.

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Redacción Lea-Noticias.com