Distintos motivos impulsan a las personas a optar por un régimen de alimentación vegetariano. Uno de ellos se relaciona con los beneficios que reporta la ingesta de verduras y frutas, junto al bajo consumo de grasas. Y otro, también muy importante, se vincula con el ir en contra del sacrificio de los animales.
Pero, ¿es este tipo de dieta recomendable para la salud? Lo cierto es que, al dejar de lado ciertos alimentos, disminuye el aporte de nutrientes importantes para el correcto funcionamiento y desarrollo del organismo.
Quienes son vegetarianos estrictos –es decir, los veganos, que no consumen ningún tipo de producto de origen animal- presentan un mayor riesgo de padecer descompensaciones, anemia y otros problemas provocados por la carencia de proteínas, vitaminas B12 y D o hierro. Así lo destaca la nutrióloga Luz de Lourdes Aspe, en el sitio sumedico.com, donde entrega una serie de consejos para las personas que eligen este tipo de alimentación:
– La dieta vegetariana no está recomendada para niños, adolescentes ni mujeres embarazadas o en período de lactancia.
– Puede ser adoptada por adultos jóvenes, mayores de 30 años, siempre y cuando se hayan sometido antes a exámenes médicos, cuyos resultados indiquen que no hay inconvenientes para someterse a un régimen de alimentación restrictivo.
– Resulta indispensable que la dieta se inicie y sea vigilada constantemente por un nutricionista, profesional que puede indicar un plan alimenticio personalizado, dependiendo de los requerimientos nutricionales del paciente.
– La dieta debe aportar las calorías necesarias para llevar una vida normal, incluyendo la práctica de ejercicios. Si la persona no puede realizar actividad física o le recomiendan un régimen en el que debe disminuir o evitar el ejercicio, en definitiva, no es una dieta sana, porque significa que no le está aportando todo lo que necesita y que en cualquier momento puede tener una descompensación que ponga en riesgo su vida, concluye la nutrióloga.