Cuando planteamos la salida constitucional de este gobierno lo hicimos convencidos de la grave crisis que vive el país y que empeora cada día.
Hoy, el gobierno acorralado por las protestas ha tenido que gestionar algo que nunca ha querido: el diálogo.
Claro, un diálogo amañado, en el que no se vislumbra ningún síntoma de que Maduro quiera enmendar los errores, pues mientras algunos miembros de la MUD se reunían en la cancillería con Jaua y su combo, la represión en las calles se mantenía.
Cuando Leopoldo López recibió la visita del dirigente Julio Borges en Ramo Verde el pasado 29 de marzo le expresó claramente las condiciones mínimas para dialogar: Libertad para los presos políticos y justicia para los fallecidos y torturados.
¿Cómo pretender un acuerdo con el gobierno cuando quedó demostrado que los asesinos del 12F eran escoltas de Rodríguez Torres?, ¿Cómo dialogar cuando el asesino de Adriana Urquiola trabajaba en un ministerio y fue liberado sospechosamente, sin que nadie rinda explicaciones?, ¿Cómo dialogar si los colectivos y algunos militares, actuando fuera de la Constitución, atacan desconsideradamente áreas residenciales habitadas por ancianos mujeres y niños?.
Tales fueron los comentarios de nuestro líder de Voluntad Popular que hoy defendemos como un punto de honor irrenunciable.
Esa es nuestra posición y la expresamos claramente a nuestros conciudadanos y al mundo. Con cientos de estudiantes detenidos y con expedientes, 39 asesinatos impunes, dos alcaldes presos, una diputada destituida, no podemos ir a un diálogo.
Como lo explicó Leopoldo López creemos en un diálogo de pie, no de rodillas. ¿O acaso durante estos años no hemos aprendido cómo dialoga la dictadura?
Y mientras tanto ¿Qué le decimos a las 200 mil familias de venezolanos asesinados en manos del hampa en estos últimos 15 años?, ¿Qué le decimos a los presos políticos como Iván Simonovis, con más 10 años injustamente preso?, ¿Qué le respondemos a los deudos de Bassil Da Costa, Juan Montoya, Roberto Redman, Juan Méndez, Génesis Carmona y muchos otros?: Que fuimos a reunirnos con el gobierno y ¿más nada?.
En este sentido y consecuentes con lo que ha sido nuestra posición y nuestro accionar, ratificamos que en Voluntad Popular no creemos en un “diálogo” donde el régimen solo plantea un show político utilizando a los cancilleres de la UNASUR como interlocutores, pero negándose en todo momento a dar gestos necesarios para avanzar en el real diálogo.
Nosotros no condenamos el diálogo, pero deben darse demostraciones sinceras por parte del gobierno.
No se equivoque la dictadura al pensar que este pueblo les seguirá creyendo, ¡Venezuela despertó, y no descansará hasta tener democracia!.
Lester Toledo / @LesterToledo