El director de manejo de emergencias financieras de Detroit presentó el viernes un plan que busca sacar a la ciudad de la bancarrota, proporcionando por primera vez un vistazo detallado de cuál sería la apariencia de la ciudad del automóvil cuando se despoje finalmente de sus agobios financieros.
El objetivo: un Detroit en mejor forma, más limpio y más seguro.
El plan —el cual requiere de la aprobación de un juez de bancarrota y que probablemente estará sujeto a numerosas apelaciones e impugnaciones en los próximos meses— busca inyectar dinero a la envejecida infraestructura de la ciudad y limpiar los barrios arruinados demoliendo casas vetustas.
Por otro lado, habría recorte a las prestaciones de jubilados, aunque algunos acreedores de Wall Street verían sólo una fracción de lo que se les adeuda.
«Aún hay mucho trabajo frente a todos nosotros para continuar la recuperación de décadas de una espiral descendiente», dijo en un comunicado el gerente designado por el estado Kevyn Orr. «Debemos movernos velozmente para emerger de la bancarrota para que pueda terminar la zozobra financiera que daña a la ciudad».
«Sostenemos que el plan proporciona el mejor camino adelante para que todas las partes resuelvan sus asuntos respectivos y para que Detroit se convierta una vez más en una ciudad en la que la gente quiera invertir, vivir y trabajar».
Los detalles del plan incluyen:
— Pensiones: Los policías y bomberos jubilados recibirán al menos 90% de sus pensiones después de costos de la eliminación de subvención por costo de la vida. Los jubilados ex empleados generales de la ciudad probablemente recibirían al menos 70%.
— Otros acreedores: La mayoría del resto, como tenedores de bonos, recibirían aproximadamente 20% de sus reclamos.
— Servicios de la ciudad: 1.500 millones de dólares en un período de 10 años para infraestructura de la ciudad y actualización de tecnología, incluidos 500 millos de dólares para la demolición de propiedades en ruina o abandonadas, que es lo que más ofende a la vista en Detroit.
El plan aún enfrenta numerosos obstáculos. La mayoría de los aspectos aún están siendo negociados en sesiones de mediación con las partes implicadas. Es casi un hecho que se presentarán apelaciones después de que sea aprobada una versión final del plan en la corte de bancarrota.
Orr ha dicho que de la deuda de 18.000 millones de dólares de la ciudad, aproximadamente 12.000 millones no están respaldados, lo que significa que no hay ingresos fiscales o de otro tipo para pagarlos.
Orr esperaba que los acreedores refrendaran el plan antes de que lo enviara al juez federal de bancarrota Steven Rhodes, pero el reloj está avanzando ya que Rhodes estableció como plazo el 1 de marzo. No obstante, con las negociaciones en curso, se esperan cambios.
[Fuente: AP]