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Datos útiles para las personas que quieren empezar a hacer ejercicio a esta edad o que, sencillamente, quieren continuar con él como parte de su rutina.
1. Cuando se comienza a hacer ejercicio a los cincuenta años, debe haber un proceso de adaptación progresiva. No se puede comenzar de forma súbita, mucho menos cuando las personas han sido sedentarias.
2. Practicar deporte intenso el fin de semana para «compensar» la falta de ejercicio entre semana, alimenta el riesgo de padecer eventos cardiacos o lesiones musculares. Es mejor cancelar este hábito.
3. Con los años el volumen muscular va disminuyendo de forma natural. Es recomendable combinar trabajo cardiovascular con trabajo muscular.
4. A los cincuenta años hay mayor propensión a ganar peso y mayor dificultad para perderlo, debido a cambios hormonales propios de la edad. El ejercicio, en este caso, tiene un efecto positivo sobre ese porcentaje graso que tiende a ganarse.
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5. Si se bebe o se fuma el día anterior, no se recomienda hacer ejercicio. El licor hace que el cuerpo se deshidrate más rápido. Las sustancias psicoactivas, como la marihuana, pueden producir arritmias.
6. Las personas que han sido físicamente activas toda su vida deben tener en cuenta que su rendimiento podrá seguir siendo bueno, pero que no será igual al que tenían años atrás.
7. Se recomienda que las mujeres que están llegando a la menopausia realicen actividad física. Los cambios hormonales aumentan la posibilidad de morbilidad por riesgo cardiovascular.
8. Es posible participar en cualquier disciplina, futbol, maratones o ciclo montañismo, por ejemplo, pero no se recomienda competir, pues ello implicaría trabajar en intensidad altas.
[Fuente: cromos.com.co]