Desde Alta Mar: »Los reyes magos cubanos» por @jdsolorzano

Hace unos días celebramos el día de los Reyes Magos, y el Papa Benedicto XVI aseveró que ellos representan al pueblo cristiano que va al encuentro con Dios. Ese trío de señores que se postraron ante El Salvador, fue el primer grupo de su estilo en la historia de nuestra humanidad.

Así como los Reyes Magos hemos tenido tríos que han dejado huellas imborrables en las diferentes facetas de la existencia de nuestra sociedad, en el mundo de la literatura, como dejar de mencionar, a los «Tres Mosqueteros», en el cine y la comedia anglosajona los famosos «Tres Chiflados», en la música al eterno grupo “Los Pachos”, fueron tres los grandes libertadores de nuestro continente Simón Bolívar, José de San Martín y Bernardo O’Higgins, además en Venezuela fueron tres los padres de la democracia: Don Rómulo Betancourt, el Dr. Rafael Caldera y Don Jóvito Villalba, pero no sólo para el bien han funcionado los tríos, fue también una tripleta quién asoló a occidente con la propuesta «sanguinaria y totalitaria del comunismo» como fueron: Joseph Stalin (Extinta URSS – Rusia actual), Tito Broz (Extinta Yugoslavia) y Erich Honecker (Extinta Alemania del Este).

Pero en la actualidad tenemos un nuevo trío que desde la Habana hacen y deshacen no sólo en la pequeña isla del Caribe, sino que poseen sus «tentáculos» metidos en la política nacional venezolana. Fidel Castro, su hermano Raúl, y Ramiro Valdés, son los verdaderos hombres que mueven los hilos del poder en este país, y son ellos quienes en posesión de un convaleciente Hugo Chávez dictan las líneas que los altos dirigentes de Miraflores y del Psuv tienen que hacer para conservarse en el poder y resguardar la renta «bilateral» que mantiene con vida al moribundo régimen comunista antillano.

Los cubanos han demostrado hasta la saciedad la influencia que poseen en la política venezolana, inclusive el propio Hugo Chávez ha calificado a su homólogo, en todos los sentidos, Fidel Castro, como un «padre», aseveración secundada por todos los huérfanos de la Caída del Muro de Berlín y del colapso del imperio soviético en Europa, además de los deudos criollos del suicida Salvador Allende y del invasor Ernesto «Che» Guevara.

Esta supra-cúpula del poder nacional que tiene su asentamiento en Cuba, integrada por tres apóstoles del leninismo en América del Sur, poseen sus ojos puestos en la gallina de los huevos de oros que son los pozos de petróleo en la faja petrolífera del Orinoco para seguir sosteniendo el último reducto del comunismo en este lado del planeta.

Señores, es lamentable pero estamos en las manos de unos individuos que fueron capaces de sumergir a su propio pueblo a la más caótica situación social y económica, bajo un puño de hierro al estilo de Stalin, si no tuvieron compasión con sus compatriotas qué quedará para nosotros. ¡Fe, porque de estos tres debemos salir pronto!

Por: José Dionisio Solórzano