Un accidente de helicóptero normalmente está aunado a un final trágico, caer de 400 metros de altura generalmente significa abandonar este mundo, pero el sábado 24 de noviembre fue diferente, la mano de Dios intervino para que Antonio Barreto Sira y sus acompañantes pudieran sobrevivir a semejante caída.
En San Tomé el piloto de la aeronave solicitó gasolina, pero las autoridades le informaron que el combustible era solamente para los aviones de Pdvsa, éste calculando las distancias aseguró que el poco hidrocarburo en su tanque le bastaba para girar con el candidato a gobernador por las parroquias del sur del estado. Luego de un recorrido por Santa Clara, Zuata, Uverito, San Diego Cabrutica y Mapire, al regreso hacia El Tigrito, el helicóptero empezó a indicar que le restaba tan sólo 10 minutos de combustible, el piloto maniobró, haciendo lo posible salvó, gracias a Dios, su vida y la de sus pasajeros.
Antonio Barreto Sira, fue llevado a una clínica de emergencia, a esas horas de la noche el rumor del incidente corrió cual brisa por los cuatro costados de Anzoátegui; por doquier todos preguntaban ¿qué había pasado con el candidato de la unidad?… Los rostros de propios y extraños mostraban su preocupación y unos cuantos ojos llorosos expresan el dolor que sentían.
Pero pronto las dudas fueron disipadas «están vivos».
¡Fue un milagro!, muy pocos pueden sobrevivir a semejante incidente, sólo aquellos que están predestinados a grandes cosas pueden sobreponerse a ese tipo de accidentes. Luego de ver el estado del helicóptero después del hecho, luego de observar a Barreto Sira, puedo atreverme a decir que Dios Todopoderoso en su infinita Misericordia le doy al ¡gallo del patio! una nueva oportunidad para que siga dándolo Todo Por Anzoátegui.
Como católico practicante creo en el poder de la Divina Providencia, confío en el poder de la fe, y en la guía de nuestro ángel de la guardia, sé que el incidente de Antonio Barreto Sira y su salvación tiene mucho que ver con el poder de su creencia en Dios y porque el Padre tiene algo diseñado para él, por eso intercedió por su vida, sé que el de aquí está predestinado para alcanzar grandes metas.
Dice la Santa Escritura que el camino espinoso es aquel que lleva a un destino de felicidad, sin duda Barreto Sira ha transitado por un vía dura, en este año su existencia ha atravesado por muchas pruebas vida, pero él sigue adelante con el temple que da la creencia en el Altísimo. Antonio será nuestro gobernador, se lo merece, ha sido un luchador incansable que se ha levantando de los tropiezos que el destino le ha puesto en su camino.
Dios, es grande y sabe lo que hace, los tiempos de Él son perfectos, Amén.
Por José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano